El enganche Fernando Sanjurjo acordó ayer, de común acuerdo con los dirigentes, su partida del Club Alumni, cuyo plantel volvió a los entrenamientos, a pesar de las diferencias que existen por el atraso de los sueldos.

Sanjurjo, quien había llegado como uno de los refuerzos más encumbrados y, por ende, se reunió ayer con el presidente de la institución, Sergio Hidalgo, con quien acordó la salida luego de dialogar con su representante.

La partida de Sanjurjo estaba dentro de lo esperado, teniendo en cuenta la medida de protesta que había efectuado el plantel dos días antes del partido del pasado domingo, lo que desnudó la situación económica del club en la normalidad del pago y desató cierto fastidio dirigencial porque los jugadores no dieron buenas señales desde el campo de juego.

De todas maneras, Sanjurjo no jugó en Venado Tuerto porque se encontraba suspendido, luego de haber sido expulsado con roja directa ante Jorge Ross, en Plaza Ocampo, motivo por el cual tampoco podía estar presente el viernes, cuando Alumni reciba a Estudiantes de Río Cuarto en el clásico del interior provincial.

Las ausencias del volante se habían manifestado con anterioridad, cuando debió faltar por lesión durante un par de encuentros. Y esta vez, de acuerdo a cómo venía su suspensión, sólo podía jugar un partido del Argentino B hasta fin de año y el encuentro siguiente de la Copa Argentina, ante Unión de Sunchales, como visitante. 

Hidalgo le contó ayer a EL DIARIO que con el jugador "había un convenio firmado hasta fin de año" y por ello su salida oxigenó un poco las arcas de la institución.

 

De regreso

 

Luego de idas y vueltas, con reuniones claves para definir lo que viene, los jugadores resolvieron ayer volver a entrenar bajo las órdenes del cuerpo técnico, luego de tres jornadas de trabajo con medidas de protesta. 

Concretamente, el plantel no había entrenado con Héctor Machado el viernes y sábado de la semana pasada y tampoco lo hizo el lunes. 

Desde la dirigencia se les había informado que la idea era pagar un 50% de lo correspondiente a octubre previo al partido contra Estudiantes y otro 50% después. Los jugadores se negaron, pero ayer bajaron un poco los decibeles, teniendo en cuenta el clima enrarecido que hubo en las últimas horas, con malestar de los hinchas, sobre todo, por lo mal que juega el equipo y porque vuelve a estar en el último puesto de la tabla, en Zona de Descenso, algo impensado en la pretemporada.

Ayer el vicepresidente Aureliano Sánchez dijo estar "muy preocupado" por la situación del equipo y le pidió a la gente que apoye el viernes para comenzar a salir de la mala.

Sánchez, Hidalgo y el resto de la Comisión Directiva había debatido bastante el lunes por la noche sobre los pasos a seguir, en una reunión donde también afloró la bronca por los malos resultados. De hecho, hubo quienes deslizaron que Alumni necesita un cambio urgente de entrenador, para apostar a alguien que pueda levantar futbolísticamente al equipo y seguir con Machado apuntalando a las divisiones inferiores.

De todas maneras, el agua no llegó el río. La comisión luego acordó que, por ahora, Machado continúa al frente del plantel superior, aunque habrá que ver si el resultado del viernes es condenatorio.

"Pelusa" habló en la víspera y dijo estar "con todas las pilas".

"Tuvimos complicaciones para el domingo pasado y eso se notó; este problemita (el paro) y las bajas que teníamos se sintieron", contó Machado.

"Estamos poniéndole el pecho a esto para salir el viernes a jugar contra Estudiantes; es un clásico y todos están esperando para jugarlo, así que hay que dejar todo", afirmó.

En ese sentido, "Pelusa" resaltó que ayer tuvo "una buena práctica" y que hoy podría hacer fútbol el delantero Cristian Rami, quien faltó en los últimos partidos porque arrastraba una lesión.

También están en condiciones de volver el central Gastón Molina (remplazará al suspendido Gaspar Vega), el mediocampista Sebastián Godoy (irá por el también expulsado Daniel Ramírez) y el lateral Emanuel Barbosa.