La mayoría de los establecimientos educativos resolvió en la jornada de ayer suspender el dictado de clases, por recomendación de las fuerzas de seguridad. Los que ya habían iniciado sus actividades comunicaron a los padres retirar a sus hijos.
También cerraron sus puertas los bancos, estatales y privados, aunque en la mayoría de los casos su personal se mantuvo dentro de los edificios. Durante las primeras horas de la víspera las unidades fueron suspendiendo su recorrido habitual y muchos pasajeros se vieron varados en localidades del territorio provincial o buscando la alternativa para movilizarse. Las oficinas de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC) también suspendieron la atención ante la ausencia de los uniformados.
Los comercios de la Villa fueron cerrando sus puertas a medida que los rumores fueron creciendo, pero la alarma se disipó en horas del mediodía. Sin embargo, muchos aceptaron las recomendaciones y protegieron sus estructuras.
En el caso de las grandes superficies comerciales, Changomás recibió la recomendación de jefes policiales de cerrar las puertas y montaron un vallado de protección, híper Libertad funcionó con personal de seguridad propio, “con normalidad”, pero no se registró casi movimiento por la mañana; en el caso del local de Megatone, en pleno microcentro, por orden de la casa central, cerraron y colocaron el enrejado, minutos después de las 8; mientras que en el supermercado TOP de calle Tucumán, por ejemplo, funcionaron tomando algunos recaudos, como sólo con la puerta lateral abierta.
Hubo temor
“Estuvimos en la reunión en la Municipalidad, donde analizamos la situación y vimos que la ciudad estaba tranquila y pacífica, pero también vimos que había que tomar algunas precauciones", dijo Sergio Monesterolo, presidente de la Cámara de Comercio de AERCA.
En ese aspecto, señaló que comunicaron "para el horario de la siesta que quienes tuvieran persianas las bajara y aseguraran así su comercio". "Pero también hubo temor porque corrió el rumor que había gente que estaba viajando desde Córdoba a Villa María, presuntamente para realizar saqueos", añadió. Monesterolo dijo que en la sede de AERCA recibieron llamados de empresarios "también preocupados, pero no era para cerrar, porque no había pasado nada. De todas maneras, tomamos la medida preventiva de bajar las persianas, sobre todo a la hora de la siesta, cuando el comerciante se va a su casa".