La medida de fuerza realizada por los policías provinciales se inició durante la madrugada del martes en el barrio Cerveceros de la ciudad de Córdoba, cuando comenzaron a autoacuartelarse centenares de uniformados en la Base 5 del Comando de Acción Preventiva (CAP).
Más tarde, el abogado Miguel Ortiz Pellegrini acompañó y asesoró a los manifestantes, concluyendo con la firma del convenio en horas cercanas al mediodía de ayer.
En Villa María la acción de reclamo comenzó pasadas las 17 y, a medida que transcurrieron las horas, se fueron plegando los efectivos de Villa Nueva, Bell Ville, La Carlota, Marcos Juárez, San Francisco, Las Varillas, Morteros, Río Tercero, Santa Rosa de Calamuchita, Villa Carlos Paz, Alta Gracia, Jesús María, Ascochinga, Cruz del Eje, Villa Dolores y Río Cuarto.
En los departamentos Tercero Arriba y Río Segundo no se registraron medidas de fuerza, pero sí la solidaridad a través de la suspensión de todos los adicionales, afectando de esta manera la atención de los bancos y algunas dependencias públicas.
Precisamente, durante la tarde del martes, esposas e hijos de policías se sumaron a la marcha organizada por el Sindicato de Empleados Públicos (SEP).
Por otro lado, agentes de la Policía Caminera también se plegaron al reclamo. En el tramo de la autopista AU-9 Córdoba-Villa María y General Roca no hubo controles.
Mientras en el interior se acrecentaba la adhesión en las distintas sedes policiales, en la capital provincial se produjo un primer encuentro del jefe César Almada y el subjefe Carlos Galbucera con el jefe de Gabinete Oscar González y la ministra de Seguridad Alejandra Monteoliva. Sin embargo, el regreso del gobernador De la Sota fue lo que destrabó el conflicto, que ya había alcanzado puntos de máxima tensión.