El hijo de la conocida dirigente social Alicia Peressutti y del productor televisivo Omar Picatto formuló ayer en Tribunales una denuncia penal contra cinco de los siete efectivos policiales que lo golpearon salvajemente el pasado fin de semana en la localidad de La Laguna.
Bruno Picatto (18) concurrió a la Fiscalía de Instrucción del Tercer Turno acompañado por el abogado Pablo Rubén Perret y presentó un escrito en el que relata los hechos acaecidos en horas de la madrugada del domingo, cuando recibió una feroz golpiza de parte de un grupo de policías (en su mayoría vestidos de civil) a la salida de un salón de fiestas, dentro de un patrullero y en el destacamento del pueblo, incluso después de haber sido esposado.
En diálogo con EL DIARIO, el letrado que patrocina a la familia Picatto precisó que, en principio, la denuncia alcanza a cinco de los siete efectivos que esa noche detuvieron y violentaron físicamente al joven villamariense.
Perret explicó que, por el momento, los agresores fueron identificados sólo por sus apellidos: se trata de los policías Melano, Núñez, Boni, Forneris y Luján, quienes cumplen funciones en La Laguna y Etruria, según se pudo establecer.
El letrado dijo también que en la acusación se les atribuye la comisión de los delitos de “lesiones leves”, “vejaciones y apremios ilegales” y “coacción”, al tiempo que la familia que patrocina solicitó constituirse en la causa como querellante particular a los efectos de seguir aportando elementos de prueba.
Además, acompañaron un certificado médico y ofrecieron las testimoniales de los amigos de Bruno.
Cabe señalar que el escrito fue presentado en la Fiscalía a cargo de Daniel Del Vö porque esta semana se encuentra de turno, pero luego será remitida a la Fiscalía cuyo titular es Gustavo Atienza, que estaba de turno cuando se produjo el violento episodio en La Laguna.
De todos modos, como el fiscal Atienza se encuentra de licencia, las primeras decisiones procesales serán oficiadas por Del Vö.
Otros detalles
Perret sostuvo que “estando esposado, Bruno recibió la mayor cantidad de golpes, primero dentro del móvil policial y luego en el destacamento de La Laguna”, donde incluso fue insultado, discriminado y amenazado de muerte.
En la denuncia, Picatto señaló que, encontrándose detenido en la sede policial, los efectivos le advirtieron: “Acá no queremos negritos de mierda. La próxima vez que vengas a La Laguna vas a aparecer en un zanjón con un tiro en la cabeza”.
De todos modos, lo más grave del hecho fue la brutal golpiza a la que fue sometido cuando ya había sido reducido y esposado por la espalda.
“Bruno fue a La Laguna con dos amigos y allá se encontraron con otros dos chicos, de Pasco y Ticino”, contó Perret para explicar cómo se iniciaron los acontecimientos que terminaron con la violenta agresión.
“Fueron al cumpleaños de 15 de una chica que es amiga de uno de ellos y pagaron 60 pesos para entrar”, continuó el letrado.
Agregó que alrededor de las 5 de la mañana, “Bruno estaba bailando y vio que uno de sus amigos salía corriendo hacia la puerta del salón. El también salió para ver qué pasaba y en un determinado momento un tipo mayor lo manoteó de atrás y le empezó a pegar trompadas; lo puso contra la pared y lo golpeó en las costillas”.
“Bruno trató de defenderse y hubo un forcejeo, pero llegaron tres o cuatro sujetos más (todos de civil) y lo siguieron golpeando. Casi de inmediato lo esposaron, con las manos detrás de la cintura, llegó un patrullero, lo subieron y fue allí cuando empezó lo peor”, añadió Perret.
El joven fue golpeado varias veces dentro del móvil policial, y ya en el destacamento recibió una violenta paliza: “Mientras estaba sentado en una silla, todavía esposado, lo golpearon durante más de media hora. Se turnaban para golpearlo, e incluso lo insultaron, tratándolo de ‘negrito de mierda’ a cada rato”.
El abogado añadió que “luego le advirtieron ‘acá no queremos negritos de mierda’ y uno de los policías le dijo ‘la próxima vez que vengas a La Laguna vas a aparecer en un zanjón con un tiro en la cabeza’. Después de eso, y estando Bruno sentado en la silla, uno de los efectivos le pegó un trompadón con mano cerrada en la oreja izquierda, por lo que se golpeó la cabeza contra la pared y cayó al suelo. Ahí lo sacó el único policía que estaba de uniforme y le dijo: ‘Te llevo de acá, sino te van a matar’. Lo subió al móvil policial, lo trasladaron hasta Etruria, lo cambiaron de patrullero y lo trajeron a Villa María”.
El domingo a la mañana lo llevaron al Hospital Pasteur, donde lo atendió la médica Julieta Heredia, quien constató las siguientes lesiones visibles: hematoma en ojo izquierdo con hemorragia subconjuntival, hematoma retroauricular derecho, escoriación en parieto-occipital, múltiples escoriaciones en la región interescapular en hombro derecho, edema y hematoma en labio inferior, hematoma en antebrazo derecho, escoriaciones en codo izquierdo y escoriaciones en región interna del pie derecho.
Bruno fue liberado recién el lunes al mediodía y aún hoy su cuerpo muestra las marcas de la brutal golpiza.