Quienes recuerden el edificio del IPEM 49 (Escuela del Trabajo), recordarán los pasillos grises pintados al aceite. Hoy, la imagen cambió. Pueden verse las blancas paredes y los cerámicos de color claro que no sólo embellecen el lugar, sino que además lo convierten en un espacio agradable para alumnos y docentes.
Además de esas mejoras que se están realizando con fondos de la cooperadora escolar, la provincia envió fondos para reparar los problemas severos que tenía el edificio.
El año pasado ya habían terminado de arreglar la cocina y los baños del internado. Hicieron lo propio con la batería de baños que está en el patio principal, a las que sólo les falta poner los vidrios de las ventanas y una pintura exterior.
Con esas obras, funcionalmente la escuela está en condiciones de empezar normalmente el ciclo lectivo en marzo.
Miriam Saura y Mónica Scarafía, directora y vice de la institución educativa, junto al profesor David Piva, acompañaron a un cronista y un reportero gráfico de EL DIARIO a recorrer la escuela.
“La cooperadora está trabajando intensamente para mejorar el edificio. Ahora, están terminando de poner los cerámicos para que al inicio de las clases esté todo listo”, dijo Saura, mostrando la actividad de los albañiles en el pasillo central.
La pintura blanca en la parte superior de las paredes y techo y los cerámicos fueron colocados en todas las aulas, la dirección y los pasillos.
Una muestra de que está en condiciones el edificio es que actualmente están alojados allí alrededor de 300 chicos que participan de un torneo de fútbol infantil.

Talleres

El perfil técnico de la Escuela del Trabajo se está potenciando merced a un programa de mejoras de las escuelas con esa orientación.
El programa permitió que, con fondos nacionales, la entidad educativa pudiera adquirir las herramientas necesarias para la formación de los estudiantes.
Funcionan allí los talleres de electrónica, electricidad, automotor, construcción y mecánica (lo que era tornería).
“Acá puede ver en el aula taller de electrónica, que cada alumno tiene su banco con el material y los elementos necesarios para trabajar”, indicaron las docentes al mostrar el impecable espacio con herramientas recién adquiridas.
En el sector de tornería pasa lo mismo, dado que allí hay 15 máquinas modernas que capacitan al alumno con la tecnología que utilizan en las fábricas.
Tal vez, por la impronta femenina que le dan las directoras a la escuela, cuidan hasta el mínimo detalle. “Fijate en el patio, tenemos todo pintado los exteriores en blanco y azul, para que los chicos puedan ir adaptándose a lo que son las fábricas”, indicaron.
Cabe señalar que hace dos años que la escuela no puede empezar las clases junto al resto de las instituciones educativas por problemas edilicios. “Hoy decimos orgullosas que está todo listo para albergar a los casi 800 chicos que pueblan estas aulas, de los cuales, 200 están en el internado”, indicaron.