Cómo puedo discernir lo que paso en Córdoba capital. Y me pregunto: ¿lo que pasó en la ciudad de Córdoba es un fenómeno que se va a repetir en cualquier ciudad del país? Y no pasará tanto tiempo. 
La mayoría de los que conformamos esta sociedad está en duda respecto a nuestros gobernantes; cada vez que veo alguno, me pregunto cómo hizo para llegar a ese lugar y no poder ver la realidad que lo rodea, ¿se creen ustedes que saben que este país no está en la época ganada?
Está en la peor década de su historia porque independiente del PBI, de las reservas del Banco Central y de otros varios indicadores más, cosas que nosotros entendemos poco, nos damos cuenta de que la sociedad ha perdido la ética, la moral, las buenas costumbres, la cultura del trabajo, la de respetar sus espacios para invadir el de los otros, la cultura se fue, lo mejor de este país ya pasó.
Me pregunto qué será lo que viene y, casi con seguridad, les cuento un secreto: no hay políticas para justicia. ¿Qué política hay? Sólo la de la conveniencia de los políticos en general; seguramente, alguno bueno habrá, pero aún sigo buscándolo y créanme, no lo encuentro.
Señores políticos, lo de ayer, transformar Córdoba en una ciudad liberada de control, puso de manifiesto que mucha gente adolece de pautas básicas de convivencia (más allá de que seguramente tendrán necesidades básicas insatisfechas) y los que no participamos, lloramos por ambos bandos, el de los saqueadores y el de los saqueados.
Esto me hace recordar cuando una olla está en ebullición. Sepan ustedes, señores gobernantes, que una vez vi algo parecido y fue en la época del Cordobazo. Hará falta mucha sinceridad de parte de ustedes para que no lleguemos a esto; si no son capaces, háganlo saber, estamos dispuestos a ayudarlos porque eso será ayudarnos a nosotros mismos también.
Barbarie, falta de cultura y pautas básicas para una sociedad que, creo, muchos nos merecemos por ser honestos y trabajadores, que tratamos de cumplir con las pautas que nos fijan, pero parece que hay muchos que no lo hacen. 
Esperamos saquen lo mejor de ustedes, caso contrario, serán cómplices de lo que seguramente vendrá.