Ante el aumento al 10% del corte obligatorio en el gasoil mejora el escenario para la producción nacional de biodiésel, según informaron desde el Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA).
Particularmente para Villa María, con la planta de ACA Bio que comenzará a funcionar a partir de febrero del año próximo representa una buena perspectiva.
Ante el panorama actual, el INTA analiza que “la utilización de biocombustibles en el gasoil aumentará del actual 8% obligatorio al 9% en enero y al 10% en febrero próximo. Basado en derivados de materias primas de origen agropecuario, la capacidad productiva agroindustrial de biodiésel argentino está entre las primeras del mundo, con una capacidad instalada de producción de 4 millones de toneladas al año. Con estas medidas, el 33% se destinará al mercado interno.
Para Mario Bragachini, especialista del INTA Manfredi -Córdoba- la industria de bioenergía más desarrollada en la Argentina es la del biodiésel en base a aceite de soja. “En 2011, el 34% de la producción local de aceite de soja se destinó a biodiésel. Por lo que quedó un saldo de aceite del 66%, que representaron unas 4,7 millones de toneladas”.
Si se considera la producción total de granos de soja en la Argentina, el biodiésel representó el 24%. La diferencia entre la producción efectiva y potencial de aceite está dada por la exportación de grano no procesado -cerca del 15%- y por el consumo interno del grano de soja procesado en las plantas de prensado-extrusado que extraen menos aceite al poroto de soja.
El Plan Estratégico Agroalimentario y Agroindustrial 2020 estima que el crecimiento en la producción de granos, sumado al incremento del valor de las exportaciones, será fundamentalmente provocado por la transformación agroindustrial y agroalimentaria de los granos y forrajes en origen. En esta línea, el Ministerio de Planificación Federal, Inversión Pública y Servicios de la Nación asegura que estos temas forman parte de la agenda diaria y planifican para el corto plazo las inversiones público-privadas que se requieren para el desarrollo estructural de un país industrial y agroalimentario.
“Existe un gran potencial de incremento en la producción nacional de biodiésel dado por la transformación del grano, que hoy se exporta sin valor agregado, y del aceite de soja, que hoy se comercializa como crudo”, señaló Bragachini.
El efecto positivo de la medida no queda limitado a los 35 productores de biodiésel, de los cuales 12 son emprendimientos de Pequeñas y Medianas Empresas. Los beneficios alcanzarán también a los agricultores que producen soja, expresó el técnico del INTA, debido a que estas medidas pueden significar un mayor valor relativo del grano en el mercado interno.