El psicólogo Pedro Rodríguez consideró que "nos han hecho creer como sociedad que mi desgracia tiene que ver con la culpa de los otros", al hacer un análisis de lo ocurrido el miércoles en Córdoba, con saqueos, muerte y violencia.
"Nos guste o no, se provocó una división muy tajante en la sociedad y están los unos contra los otros. Y en esto no nos damos cuenta de que somos siempre los mismos. Me da la impresión de que en esto de que siento que el otro es culpable de mi desgracia comienzo a crear una especie de resentimiento, que toma forma de venganza y ante el menor atisbo se genera un estallido social", explicó.
Dijo que no le interesa discutir quién tiene la culpa o no ni meterse en terreno político. "Hay bastiones de violencia listos para activarse. Es muy complicado. No quiero llevar al análisis de si son grupos organizados, si hubo motivaciones, ese análisis deben hacerlo otros, sociólogos o políticos, que siempre tienen la habilidad de explicar cosas que son inexplicables", declaró.
Advirtió que es complicado revertir el cuadro, que requiere de "un trabajo a largo plazo, minucioso, vinculado a la educación, estrategias de intervención comunitaria, tiene que ver con una consideración hacia el otro, cuando hoy estamos sumergidos en una cuestión muy egoísta, personal y ventajera". "Hay que trabajar con los niños y adolescentes este tipo de cosas", remarcó.
"La carencia de valores está desde hace tiempo. Se supone que los valores no deben cambiar, pero los medios masivos de comunicación, en donde la impronta es ser famoso sin sacrificio, hacen que no se aprecie lo que se consigue", opinó.
En relación a los pedidos de mano dura hacia quienes saquearon, con calificaciones como "lacras" y "negros de m...", sostuvo que "es lamentable". "Prefiero creer que son manifestaciones desde lo caliente, desde una situación complicada, pero no puedo ser tan ingenuo y sé que hay gente que lo piensa y estaría dispuesta a hacer este tipo de cosas. Si la violencia genera más violencia, es imposible llegar a un estado de paz", subrayó.
"En esta violencia perdimos todos, algunos más que otros, pero perdimos todos. Es cierto que provoca dolor el ser saqueado, pero se requiere una dosis importante de paciencia y de considerar al otro. Hemos caído en una alta cuota de desconsideración hacia el otro. Es gravísimo para la sociedad", manifestó.
El licenciado añadió que observó "cómo se festejaba a los policías como héroes, y no lo son. Son necesarios, hacen una tarea maravillosa, pero por este acto no son héroes. Hicieron un reclamo de manera muy agresiva, porque se sabía que ante su ausencia iba a pasar esto. No se puede festejar con un muerto, con bienes saqueados. No digo que el reclamo no sea justo, pero es como si un médico abandonara sus tareas y no hiciera ni guardias mínimas".