Al mismo tiempo, siguen en construcción complejos cuyos proyectos fueron aprobados con anterioridad, algunos de los cuales no tienen cochera para ninguna de sus unidades habitacionales. Es más, el denominado “boom” de la construcción tuvo inicios hace aproximadamente 10 años bajo un Código que no establecía prácticamente exigencias en materia de estacionamiento.

Hay dos factores añadidos que “aportan” al mismo problema. Por un lado, el crecimiento sostenido en el tiempo del parque automotor de Villa María: “Tras récord de patentamientos, ya hay un automotor cada dos habitantes”, proclamaba en el año 2006 el Centro de Estadística Regional que dirigía el profesor  “Lulo” Tais en la Municipalidad y que luego sería disuelto. Por entonces se alcanzaba la cifra de 38.806 unidades (solamente de rodados de cuatro ruedas) para un censo (desactualizado) de entonces de 78 mil vecinos. 

Pero desde ese año hasta la actualidad, con la única excepción de 2008, la inscripción de vehículos fue creciente en la comparación de un año con el anterior. Hubo más inscripciones de automotores en 2009 que en 2008, más en 2010 que en 2009, más en 2011 que en 2010... y así hasta el presente 2013, cuando ya en los primeros cinco meses la Administración Municipal de Ingresos Públicos registró un total de 3.282 vehículos cero kilómetro, cifra que superó en 126 unidades a las 3.156 asentadas en el mismo período (enero-mayo) de 2012.

Y el segundo factor que decíamos que “aporta” al problema es que, generalmente, quien o quienes acceden a la compra de un departamento son personas que poseen vehículo. Entonces, expuesta la situación, ¿dónde hay una cochera?

Como siempre, las situaciones críticas devienen en oportunidades para algunos que “las ven venir”. Lentamente, en el paisaje urbano fueron apareciendo los estacionamientos. Uno frente al Banco de Córdoba, otro junto al Centro de Transferencia de Pasajeros, otro al lado de la principal parada de taxis, uno a cada lado del Hotel-Casino, el primero de más de una planta en los altos de un supermercado de la calle Tucumán y varios más en la zona céntrica. 

Pero en los últimos meses comenzó a ampliarse el radio y aparecieron “Cocheras disponibles. Tratar aquí” en la calle San Juan, entre José Ingenieros y Lisandro de la Torre; un poco más allá en La Rioja, casi España, y algo más allá todavía en Alberdi, entre Salta y Jujuy. Así, en todas las direcciones. En Catamarca, entre Sabattini y Rucci, y en cada barrio existen patios de viviendas que “con cuatro postes y ocho chapas” se convirtieron en lugares para dejar los automóviles por las noches y en un ingreso extra para el dueño de casa.

“Es que los complejos de departamentos están por todas partes”, señaló a EL DIARIO un profesional ligado a la construcción.

“De cualquier manera, aunque la inversión sea mucho menor, si no se dispone de un gran terreno y midiendo desde la rentabilidad, todavía cierran mejor los números para hacer departamentos”, agregó.

 

Los precios y

el negocio

En el centro de la ciudad, el precio mensual de una plaza se sitúa entre los 300 y los 450 pesos. En los barrios, los valores son cambiantes por diversos motivos (incluso, suelen no pagar de manera equivalente los clientes de la misma cochera), por lo que la franja va desde los 200 a los 300 pesos.

Los empresarios que más recaudan en el rubro son los que consiguen sumar a los habituales mensualizados, aquellos automovilistas eventuales que no encuentran lugar para estacionar o que simplemente huyen del parquímetro. La “doble entrada” aporta, sin dudas, mayores dividendos en el negocio.

Esta última situación se refleja nítidamente en una operación inmobiliaria que se acaba de cerrar, en la cual el propietario de una de aquellas cocheras céntricas que describimos anteriormente por su ubicación, adquirió la de mayor capacidad de la calle Chile (que ya fue “demolida” y permanecerá cerrada durante todo enero para ser remozada). También planea su cierre de verano por reforma un estacionamiento de menores dimensiones, que se encuentra a la vuelta, por calle Buenos Aires.

“No sueñes que cuando se reabra vas a seguir pagando los mismos 350 pesos”, le dijeron a uno de sus abonados.

Cada día hay más autos en la ciudad y también crece el número de plazas de cocheras, aunque a un ritmo bastante más lento. Un aspecto más de la “crisis del tránsito” en la Villa, donde algunos visualizan una oportunidad de negocio.