Debido a inclemencias del tiempo, se suspendió la clásica procesión alrededor de la plaza San Martín en honor a la Patrona de nuestra ciudad. Comandada por el obispo Samuel Jofré Giraudo sólo se celebró la misa con una homilía referida a los hechos ocurridos en la capital cordobesa el martes y miércoles pasados.
De este modo el corolario del feriado en reconocimiento de la Inmaculada Concepción de María fue en la Catedral, con una ceremonia conducida por el locutor Miguel Angel Borsatto, la presencia de todos los sacerdotes de la ciudad, buena asistencia de fieles pese a la lluvia y el jefe de Gabinete de la Municipalidad, José Carignano, quien comentó que fue en representación del Ejecutivo local y por motivos personales de fe. Además, la jornada contó con la lectura de la palabra a cargo del padre Pedro Lucchese.
Luego, durante la homilía, Jofré Giraudo comentó “tenemos que tener vergüenza y tristeza por los episodios vandálicos de tanta torpeza y falta de fraternidad ocurridos en Córdoba”. En relación a esto, admitió que si bien no le corresponde hacer análisis político, jurídico o económico del tema, sí una reflexión moral porque “estamos viviendo en una sociedad civil corrompida y los invito a sintetizar la herida con la paz, no una paz pasiva. Nadie es cliente fiel y pasivo en la Iglesia, todos somos discípulos y misioneros”. Invito a todos los presentes que se dejen mirar cariñosamente por María Santísima para limpiar sus corazones y no quedarse en el resentimiento, dando preponderancia a la imagen de la mujer dentro de la Iglesia y la sociedad, al igual que todos los feligreses que si bien difieren de los sacerdotes, están llamados a la acción. Así, concluyó de manera contundente que es “urgente rezar el rosario por la paz de nuestra patria”.