El Poder Judicial de Córdoba se desprendió de 12 toneladas de documentos sin valor, en el marco de un proceso de “despapelización” que apunta a lograr un uso más eficiente y ecológico de los espacios físicos con los que cuenta.
El retiro de los papeles, correspondientes a viejas causas, se concretó entre el 26 y el 29 de noviembre pasados en el Palacio de Tribunales I y los 12.397 kilos de papel extraídos “fueron vendidos y los recursos obtenidos, destinados” a una cuenta especial, informaron desde el Tribunal Superior de Justicia (TSJ).
Para cumplir con tal cometido en el principal edificio judicial de la capital cordobesa, según el TSJ, la Administración General del Poder Judicial “estableció un programa y fijó un protocolo de actuación, en función del cual los secretarios y/o jefes de oficina realizaron el correspondiente trabajo”.
Tras determinar cuáles eran los documentos que no serían conservados, los secretarios o jefes de oficinas colocaron los papeles en bolsas que, a su vez, fueron retiradas de Tribunales I.
El proceso cumplido partió de que “la correcta gestión de material y papeles” es una “tarea fundamental en los tribunales, ya que la acumulación de tal material en las oficinas va en desmedro de una eficiente utilización de su espacio físico por parte del personal que allí trabaja”, esgrimió el presidente del TSJ, Carlos García Allocco, en la Resolución Nº 67.
Por su parte, en la Resolución Nº 84 de la Administración General se puso de manifiesto que todas las acciones tendientes a lograr la “despapelización” permiten “ahorrar recursos materiales, minimizando la generación de residuos”.
Asimismo, la “despapelización”, según el TSJ, se “traduce en la liberación de los lugares que se ocupa en las distintas dependencias con materiales en desuso y que potencialmente generan acumulación de sustancias nocivas para el personal que allí se encuentre”.