“Hola, te habla el padre Bergoglio, te llamo para saber cómo estás vos y cómo está tu hijo”.
Alicia Peressutti, titular de la ONG Vínculos en Red, no salía de su asombro ni de la emoción al escuchar la voz del Papa Francisco en su celular.
Fue ayer a la mañana, cuando la dirigente social atendió el teléfono en el que figuraba una llamada desde un número privado. Era del Vaticano.
“Nosotros veníamos mandándonos mails con colaboradores del Papa, por lo que ya sabían lo que le había pasado a Bruno”, dijo Peressutti a EL DIARIO.
Relató que fue una conversación de varios minutos en la que Francisco le preguntó por la familia, bromeó sobre algunos temas y le dijo que rezaba por Bruno.
“Yo le dije que a muchos chicos les pasaba lo mismo y que es hora de pelear por cambios”, señaló la dirigente social.
El Papa le agregó que temía por los que vienen luchando por los derechos humanos. “En los próximos días, saldrá el documento del Vaticano sobre la trata en el que incluirán un pedido especial para que los Estados nos garanticen la seguridad”, indicó.
Peressutti aclara que no cree que a su hijo lo golpearon por represalia a la lucha que vienen llevando sus padres contra la trata. “Pero cuando dijo quien era, le pegaron el doble”, aclaró.
“Es lamentable cómo se ensañan con algunos por lo que llaman portación de cara. Nosotros lo vivimos en nuestra familia. Bruno es morocho y su hermano Piero, rubio. No te imaginás la diferencia que hace la Policía”, agregó.
Cambios
Cabe recordar que Bruno, el hijo de Alicia y Omar Picatto, denunció que fue brutalmente golpeado por la Policía en la localidad de La Laguna, donde participaba de un cumpleaños de 15.
La denuncia fue radicada el viernes último en sede judicial. Por otra parte, desde la Policía, difundieron fotos de un agente con huellas de golpes en el rostro, provocadas, según dijeron desde la fuerza, por el joven Bruno Picatto.
Si bien el tema concreto lo dirimen en la Justicia, Peressutti comenzó a reclamar públicamente por la derogación de algunas figuras incluidas en el Código de Faltas, como el merodeo.
“Creo que nada pasa por casualidad. Vamos a sacar lo bueno de esto y ponernos a luchar para que cambien las cosas”, dijo Peressutti.
“Quiero señalar que como ONG trabajamos con muchos policías honestos que reclaman por una mejor fuerza”, destacó, aclarando que no habla mal de la Policía como institución sino de los hombres que no la honran.
Uno de los cambios que propone Peressutti es que antes de que reciban el uniforme de agente de la fuerza, “tengan que estudiar más. En seis meses, lo único que pueden aprender es tiro al blanco. Quiero decirles que los docentes estudiamos cuatro años y tenemos sueldos miserables. Ellos también deberían formarse más, con especial énfasis en derechos humanos”, explicó.
“Es importante que los policías se formen como fuerza de seguridad y no como aparato represivo. Creo que desde la dictadura a esta parte, no hubo mayores cambios en la formación de los policías y es hora de empezar”, concluyó.