El ingeniero agrónomo Gerardo Gagliostro, miembro del Grupo de Nutrición del INTA Balcarce, disertó ayer en la UNVM sobre el desarrollo de lácteos funcionales, aquellos con un efecto adicional, de carácter preventivo, en la salud de los consumidores. La jornada fue organizada desde el Instituto de Ciencias Básicas y Aplicadas, tuvo lugar en el Auditorio del Rectorado.
El especialista explicó que la denominada “Leche Funcional INTA” se obtiene a partir de la modificación de la dieta de los rumiantes, incorporando ácidos linoleicos conjugados a una alimentación a base de pasturas.
De esta manera, el animal disminuye considerablemente la producción de grasas saturadas y brinda una leche ya descremada.
Los ácidos linoleicos conjugados tienen propiedades altamente positivas para la salud humana, ya que son antiproliferativos de las células cancerígenas y protegen la función cardiovascular, evitando el taponamiento de arterias.
“Se produce una leche naturalmente descremada, donde ese descremado se hace a expensas de aquella fracción grasa de la leche que los médicos consideran que no debemos consumir, porque predispone a la aparición de concentraciones elevadas de colesterol malo, taponamiento de arterias y todos los demás efectos negativos que se le atribuyen a un consumo excesivo de lácteos”, explicó.
Entre los desafíos, el especialista destacó la comunicación de las bondades de estos productos, que se realiza de un modo personal por la falta de presupuesto publicitario que normalmente padecen las Pymes. También destacó el problema legal para el etiquetado de productos, puesto que es limitado lo que se puede incluir en la etiqueta desde el punto de vista jurídico. “El aspecto del rotulado puede, de alguna manera, ser un escollo para que el consumidor se entere rápida y fácilmente de las bondades que puede tener un determinado lácteo funcional”, concluyó.