“El lunes a las 8 de la mañana vamos a volver acá a cortar la ruta y a esperar una respuesta: que nos paguen”. La consigna de Valeria cruza el asfalto caliente en el mediodía del viernes 13 de diciembre. Sus compañeros asienten y los camioneros y automovilistas se enteran que en La Laguna hay un conflicto que interrumpe el tránsito en la ruta provincial 4.
Los empresarios de la manisera Agromaní habían postergado su promesa de pago. A fines de noviembre los trabajadores comenzaron a reclamar por salarios atrasado y la respuesta fueron 20 despidos. Los plazos se fueron renovando, mientras un representante del Banco de Córdoba se apostó dentro del predio con la firme decisión de hacer cumplir un embargo financiero por moras con la entidad estatal de la provincia. Ayer, cuando los cesanteados y los laburantes que siguen cumpliendo tareas sin percibir haberes fueron a la planta de acopio, se encontraron con las puertas cerradas y un candado nuevo. La imagen de otros diciembre se renovó en el almanaque de las desesperanzas, a menos de dos semanas de la Navidad.
Ahora es palpable el peligro de las 80 fuentes de trabajo que sostienen a casi tantas familias de La Laguna y algunas localidades vecinas. “Es muy importante conservar estos casi cien empleos para un pueblo de 2.000 habitantes”, describió el intendente Edmundo Bosco, presente en el corte de ruta. Dirigentes del Centro de Empleados de Comercio (CEC), de la Unión Argentina de Trabajadores Rurales y Estibadores (UATRE) y de la Unión de Recibidores de Granos y Afines de la República Argentina (Urgara), apenas si pueden contener el estallido de un grupo de mujeres y hombres que ven derrumbar el puesto de trabajo con el que sostienen su grupo familiar y les permitía pensar en cuántas cuotas podrían acomodar el regalo de la Navidad para sus hijos.
Valeria abraza a sus pibes, un varón y una nena. Se declara sostén de familia y beneficiaria de una vivienda de Cáritas allí en La Laguna. Cuando en la charla mencionamos las fiestas de fin de año marcó que ve la situación “bastante dura”. Lleva “siete años ininterrumpidos trabajando en el picoteo de la planta”. La mujer, afiliada al CEC, indicó que “la fotocopia del telegrama de despido decía que teníamos a disposición la liquidación, pero todavía no vimos nada de eso y ahora esto”, dijo en referencia a las puertas con candado y custodia policial.
Albana, de Urgara, trabaja “hace 13 años y medio que trabajo en el laboratorio, sin faltar un día, viajando a dedo o como sea (vive en Ausonia) y nos pagaron así”, se quejó. Añadió que “esto es muy triste”.
Las mujeres contaron que se anoticiaron de los despidos “a fines de noviembre (el 27) en el comedor, cuando al mediodía nos avisaron que a las 12 se cerraba la planta (con presuntas suspensiones temporales) y se generó una situación de reclamo porque todos necesitamos cobrar los salarios, comenzaron a cesantear personal”.
Mucha deuda
La deuda total de la firma superaría los 20 millones de pesos. Esta cifra encierra compromisos fiscales, moras en los bancos, con proveedores y demás. Pero también están afectados los gremios, aunque los representantes manifestaron que más allá de los aportes de obra social y por cuota sindical “primero están los salarios, lo otro se puede dirimir más adelante”.
También aparece un atraso en el pago de 30 mil pesos que debían efectuar ayer, correspondiente a una financiación por la deuda de más de 500 mil pesos con la Cooperativa de La Laguna que brinda el suministro de energía eléctrica, para restablecer el servicio (interrumpido parcialmente).
Vale mencionar que la empresa, propiedad de Héctor Pack y Ricardo Vignetta, de la vecina localidad de Etruria, lleva 16 años radicada en La Laguna, definición que adoptó, entre otras cuestiones, en virtud de sendos beneficios impositivos otorgados por el municipio.
Con el ministro
Mario García, del CEC, y Jorge Vásquez, de UATRE, conformaron ayer junto al intendente Bosco una improvisada mesa de negociación y se comunicaron con el ministro de Trabajo de la provincia, Adrián Brito. Solicitaron “que interceda en pos de mantener las fuentes de trabajo, con gestiones para otorgar créditos blandos.
“Están abusando de la necesidad del trabajador, que día a día labura a destajo”, dijo Vásquez. También marcó que “los empresarios volvieron a prometer vía telefónica que lunes o martes aparecerán con el dinero, pero ya no es creíble”.
García subrayó “la irresponsabilidad de los empresarios Ricardo Vignetta y Héctor Pack, prósperos, que han usufructuado de los trabajadores haciéndolos socios sólo en la pérdida. Ahora no se hacen cargo de las falencias, sus empleados están quedando en la calle y no vinieron hoy ni siquiera a dar la cara”.
Los gremialistas saben que el dinero que puede aparecer no completará los haberes atrasados de noviembre. Vignetta se presentaría en el Ministerio de Trabajo el martes. El lunes habrá ya corte de ruta, de al menos dos horas (ayer fue de 11 a 13.20).
Peligran las fuentes de empleo de muchas familias.
Los trabajadores saben que cobrar los salarios no apagará este fuego de diciembre ni la tristeza de estos días próximos a la Navidad.
Franco Gazzoli