Apocas cuadras del centro de Alta Gracia, en plena tranquilidad de barrio El Cañito, se levanta el chalé Los Espinillos. Elegante casona de estilo normando, fue construida a fines de la década del 20. Pero no fue hasta 1942 que ganó un lugar importante en la cabecera del Valle de Paravachasca. Ocurrió cuando el español Manuel de Falla se instaló allí para pasar los últimos años de su vida e impregnar su huella eterna. Esa que se aprecia y se agradece en la visita al Museo, dedicado a uno de los compositores iberoamericanos más importantes del Siglo XX. No es mucho lo que se expone, pero lo que hay goza de un aura que le hace sentir al viajero la presencia del genio de Don Manuel. Se trata de objetos personales de un iluminado. Un sabio del piano que hizo renacer a la música clásica española añadiéndole toques modernistas, para cambiarle la cara y crear su propia marca. Fotografías, partituras originales, manuscritos, prendas de vestir, libros y demás tesoros que fueron pertenencia del artista, se exhiben en los distintos espacios del chalé. La Sala España, por ejemplo, contiene la ropa de gala del maestro gaditano y algunas partituras que interpretaba enfundado en aquel atuendo. La Sala Cádiz luce muebles originales, así como un poncho y un cuadro de Pablo Picasso, amigo personal del compositor durante su estancia en París. La Sala Juan José Castro muestra el famoso minipiano “The Eavestaff”, con el que el autor de “El Amor Brujo” y “El Sombrero de Tres Picos” practicaba sus creaciones.
Otras reliquias del museo, inaugurado en el año 1970, se exhiben en las salas María del Carmen y Alta Gracia. El recorrido se completa pasándole revista a la Biblioteca, donde aún se conservan los libros y archivo discográfico del otrora residente.
El homenajeado
Manuel María de los Dolores Falla y Matheu nació en Cádiz, al sur de España, el 23 de noviembre de 1876. Se destacó desde muy chico por su talento con el piano y su oído privilegiado, lo que lo llevaría más tarde a componer algunas de las obras más sobresalientes de la música de la península ibérica. Tras su paso por Madrid y París y ya consagrado en buena parte, plantó domicilio en la ciudad andaluza de Granada, donde actualmente otro museo le rinde homenaje. Allí reside parte de la memoria del versátil músico, que fue modificando su estilo nacionalista-folclorista para llevarlo a un neoclasicismo inspirado en el Siglo de Oro Español (período comprendido entre mediados del Siglo XVI y fines del XVII).
Llegó a la Argentina en el año 1939, escapando de las crisis del posfranquismo y del inicio de la Segunda Guerra Mundial. Alterada su salud, decidió instalarse en Alta Gracia para beneficiarse de los benévolos aires serranos. Pasó los últimos cuatro años de su vida en Los Espinillos. Murió el 14 de noviembre de 1946.
DONDE
Alta Gracia
CUANDO
Martes a domingos de 9 a 19 hs. Lunes de 14 a 19.
CUANTO
Entrada general: $20
COMO
Informes al (03547) 429292