Paola Lorena Solá (30 años) padece un cuadro de aceleración en sus pulsaciones debido a estrés. Allí radica su pedido urgente de colaboración para obtener un saturador de pulso, que es un aparato que se coloca en un dedo para controlar el pulso por minuto.
Si bien trabaja en un geriátrico y percibe la asignación universal por sus tres hijos, sostiene que no llega al monto (unos 600 pesos) para comprarlo y, antes que pedir ayuda en la Asistencia Pública o en el Hospital, prefirió recurrir a la solidaridad de alguien más.
Comentó que ya hubo una persona que acudió con una respuesta, pero nunca se concretó el trámite.
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