A partir del primer minuto del domingo, se aplicó el incremento del 12% en la tarifa de taxis, aprobada semanas atrás por el Concejo Deliberante: la bajada de bandera pasó a $8 y la ficha, cada cien metros, a 51 centavos.

Con esta suba, se registra un aumento del 40% en lo que va del año.

Según los taxistas, “la gente no ha notado el cambio porque no fue tan abrupto como años anteriores”, donde “por las negociaciones de las tarifas en febrero, en el Concejo, éste dictaminaba un 38% todo junto”. En este sentido, argumentaron que al haber sido gradual, los consumidores de este servicio de transporte “no se quejan”.

Vale recordar que los permisionarios están nucleados en la Cámara que preside David Tosello, quienes presionaron con medidas de fuerza (paro de choferes) en noviembre pasado), lo que derivó en reuniones con los concejales para discutir esta nueva tarifa que no estaba prevista sino hasta 2014.

 

La opinión de los usuarios

 

Sin embargo, la palabra que faltaba era la de los usuarios que parece no condecir con la percepción de los taxistas.

En general, todos los consultados dijeron que tratan de evitar los taxis y que recurren al transporte público de colectivos o se manejan caminando si son distancias cortas. Cabe aclarar, que el relevamiento realizado en las paradas oficiales de la Terminal, de la esquina de Entre Ríos y avenida Hipólito Yrigoyen y la que se encuentra por calle Buenos Aires, frente a plaza Centenario, arrojó largas colas, pero de autos aguardando pasajeros y sólo ocasionalmente tomaban un viaje. Donde más se movilizó la fila de vehículos de alquiler fue en la primera de las paradas mencionadas con personas de otras localidades.

Algunos consultados admitieron no reconocer el aumento, como es el caso de Betty López (73 años) que comentó: “Yo tomo taxis todos los días y no me di cuenta del aumento, aunque éste es el primero de la semana, creo que me salió 70 centavos más caro a los sumo”.

Dos pasajeros oriundos de Córdoba, Marcos Heredia (32 años), y Eugenia, su esposa, dijeron: “No notamos los precios porque en capital la bajada de bandera es de $11, o sea, que acá haciendo un viaje de 10 cuadras más largo nos salió lo mismo que allá, unos $20”. Una situación similar ocurrió cuando se le preguntó a Mario Salas (52 años) que es de Bell Ville y percibió que está más caro respecto a la semana pasada, ya que viaja con esa periodicidad a nuestra ciudad, pero respecto a su localidad de origen “es más caro allá porque al ser más chico y al haber menos distancias para sostener su negocio necesitan poner más cara la bajada de bandera”.

Pero en general, los pocos pasajeros que tomaron remises reconocieron que lo hacen por necesidad o alguna urgencia. Yanina Páez (23 años) dijo: “Puedo subirme a algún taxi cuando hace mucho calor por mi embarazo, pero siempre trato de manejarme con colectivos porque vivo en un barrio lejos del centro, siempre me cobraban $15 y me cuesta mucho”.

Marta Allende (80 años) acababa de descender de un taxi y argumentó: “Yo vivo cerca del centro, trato de manejarme caminando cuando puedo, pero ahora como hace mucho calor y tengo un problema en una pierna, vine a cobrar al banco en remís aunque es muy caro para una jubilada”.

María Mercedes Alvarez (49 años) se mostró muy molesta con la situación actual en el país: “Mientras que no haya sentido común de la gente que está gobernando no sólo no podremos tomar más taxis, tampoco se podrá comprar comida. Hay que pedir cordura para que todo deje de aumentar”.

Armando Gutiérrez (78 años): “Yo me fui de la Terminal a la plaza, a cobrar la jubilación en el Banco Nación, con un remís que me cobró $9 y cuando volví los mismos destinos, pero con un recorrido más largo, me salió $19. No me animé a preguntar, lo pagué, pero me dio bronca”.