Lucas Martín Gil, tiene algo importante para decir, una reflexión a la que debemos prestar atención, un pensamiento que nos invita a tomar conciencia y mejorar nuestros hábitos y costumbres.
“En mi carácter de ciudadano con discapacidad para denunciar públicamente a un sector de la sociedad”, comenzó diciendo Lucas en un escrito que a continuación reproducimos textualmente.
“Mi discapacidad me ha obligado a permanecer en una silla de ruedas posiblemente por el resto de mi vida. No así ha confinado mi vida social en ninguno de sus aspectos, tengo trabajo, tengo familia (esposa e hijo) soy contribuyente, pago mis impuestos y tengo una vida casi libre de limitaciones.
Nótese que digo casi libre, puesto que mi libertad se ve muy limitada cuando salgo a la calle todos los días a trabajar (soy empleado municipal desde hace doce años) o a hacer lo que cualquier persona normal hace todos los días, desde toda mi vida he tenido que luchar con diferentes barreras, arquitectónicas, sociales y culturales.
De los dilemas culturales quiero hablarles, pues parece que allí yace el problema, no puedo de otra manera hacer conciencia de que tenga todos los días el ritual de llamarles la atención a diferentes conductores por infringir la ley, rampas tapadas, líneas de senda peatonal o de frenado que no se respetan, semáforos que tampoco se respetan.
Algunos lo llamarán desconocimiento de las leyes de tránsito, yo lo llamo falta de concientización. Por eso es que quiero hacer un llamado a tomar conciencia, a pedirle a los conductores que respeten por sobre todo la vida y la libertad de sus conciudadanos.
Esa rampa que tapan, ese semáforo o esa línea de frenado que no respetan no sólo interrumpe mi libertad de movilidad sino la de muchos ciudadanos, mujeres embarazadas, adultos mayores, gente en situación de discapacidad (permanente y transitoria) y mamás con cochecitos de bebé entre otros.
No quiero entrar siquiera en la necesidad de recordarles que a cualquier ser humano le puede ocurrir cualquier situación que lo deje temporal o permanentemente imposibilitado de moverse con total libertad, apelo a la conciencia ciudadana, si queremos crecer como ciudad, debemos empezar por el respeto que es lo más básico, de lo contrario nunca vamos a crecer”.