“La Cenobia”, usina láctea de la familia Barrenechea, quedó formalmente inaugurada ayer por el ministro de Agricultura, Carlos Casamiquela, quien tuvo ayer su primera visita oficial en la cuenca láctea de Villa María.

La cara visible de la planta es Angel Barrenechea, ex- INTA, quien se encontró ayer con su anterior jefe, pero en distintos roles: uno como ministro y otro como propietario de la industria del sector.

En el acto inaugural, Barrenechea habló de la iniciativa que pudieron concretar por los créditos del Bicentenario y del Banco Nación, con el objetivo de agregar valor a la producción. Y hasta impulsó la idea de acuñar la expresión “quesos por hectárea”, para remplazarla por “quintales por hectárea”, para hablar de cómo se puede multiplicar el valor produciendo alimentos y no sólo exportando comodities.

Barrenechea no dudó en elogiar las gestiones del subsecretario de Lechería, Arturo Videla, para poder impulsar la planta, pero tampoco dejó de hacer sugerencias al ministro sobre aspectos de la política que, a su criterio, deberían modificarse.

Entre los reclamos pidió que “no cambien las reglas, porque si así ocurre, como pasó con el aceite, los emprendedores que invertimos perdemos confianza en el futuro”.

También pidió que los organismos de control “no sean un escollo”, sino que colaboren en el mejoramiento de los emprendimientos.

Y al finalizar, agregó que es indispensable que se cuente con créditos. “Cuando empecé en el INTA, conseguías un crédito a sola firma por el valor de la facturación de un mes de leche. Hoy, para ese mismo valor, necesitás hipotecar un campo”, dijo.

Casamiquela recogió el guante y dijo: “Sería necio no escuchar las críticas o no entender los reclamos. Eso no quiere decir que piense lo mismo, pero vamos a tomar nota de la sugerencia. Pero también, sería necio no reconocer que hace 10 años este país se caía a pedazos y hoy tenemos otras perspectivas”.

 

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El intendente Eduardo Accastello, durante el acto de entrega de subsidios (ver recuadro página 5) hizo dos pedidos: uno, más aportes para seguir enarenando caminos con el Eninder, y el segundo, apoyo para la prometida planta de maduración de quesos que permitiría a las Pymes contar con un espacio para tener stock sin necesidad de malvender productos en épocas de mayor cantidad de elaboración.

A ambos pedidos, el ministro dijo que sí. 

 

Del trigo y otras cadenas

 

Antes del acto en “La Cenobia”, Carlos Casamiquela encabezó un acto oficial en el Centro Cultural Comunitario Leonardo Favio.

Venía de recorrer la Universidad Nacional de Villa María y el predio ferrourbanístico, destacando las bondades de ese desarrollo para la ciudad.

Al dialogar con la prensa, puso especial énfasis en que no viene a “fundar” ningún período nuevo, aclarando que será un continuador de las políticas de los ministros que le precedieron.

“Lo que vamos a incorporar es una mirada a partir de las cadenas productivas, con especial énfasis en los extremos, es decir, en el productor y el consumidor. En el medio hay eslabones que tendremos que estudiar sus niveles de rentabilidad. Entendemos que sin rentabilidad no hay negocio, pero aspiramos a que todos ganen un ingreso digno, producto del trabajo, pero no que extraigan los ingresos de los otros eslabones”, dijo.

Al ser consultado sobre temas puntuales, Casamiquela garantizó que en 2014 no va a faltar el insumo principal de los farináceos. “Está terminando con muy buenos resultados la cosecha en el sur de la provincia de Buenos Aires, que tiene cerca del 60% de la producción del país”. En base a ello, dijo que se contará con unas nueve millones de toneladas y considerando que el consumo interno se ubica en las seis millones de toneladas “no sólo que no faltará, sino que habrá saldo exportable”.

Sin embargo, aseguró que “se revisará el sistema de comercialización actual”. 

Al hablar sobre la cadena de carnes, dijo que el año próximo convocará a una mesa para integrar a los sectores que crían vacunos, porcinos, aves y peces e hizo especial hincapié en que también hay que revisar el consumo interno, dando a entender que es alto, al menos, en lo que hace a carne vacuna.

Tras compartir un almuerzo con productores lácteos, el ministro cerró la visita oficial con un recorrido por la Escuela de Lechería (ESIL).

 

Un proyecto con valor agregado