De acuerdo a un relevamiento por distintas jugueterías del centro de la ciudad, las ventas superaron las expectativas de los comerciantes que temían por los aumentos en los precios y la falta de algunos de los juguetes más buscados.
A pesar de las aparentes preocupaciones de los más grandes por los problemas económicos, parece que no escatimaron en gastos al momento de invertir en sostener la ilusión de los niños.
Si bien es notable cómo el estrés de fin de año repercute en las pautas de consumo y se ha notado, respecto a otros años, que el espíritu navideño ya no se observa en los barrios con colocación de decoración alusiva, los regalos parecen ser la excepción.
Así, en las jugueterías se pusieron a disposición artículos que van desde 10 pesos a 5.000 pesos. “Lo más económico son los soldaditos de plástico y los más caros los autos a batería; por ende, hay variedad y precio”, comentaron en “Dauria”.
“Nosotros tenemos como más barato -a 69 pesos- juegos de mesa, como la batalla naval, pasando por las valijas de Juliana a 250 pesos - más, menos, según la temática- hasta llegar a un monstruo que sale en televisión que está a 700 pesos o autos a batería a 3.400 pesos”, dijeron en “Planeta”.
Por lo observado y consultado, los primeros en salir de compras y de modo más contundente fueron los padres, aunque los abuelos también se hicieron presentes “asustados porque como no tienen tanto contacto con la televisión o los nuevos gustos de los chicos, se asombran de los precios” agregaron desde “Planeta”.
En “Giro Didáctico” las ventas funcionaron durante todo el mes porque propusieron descuentos para pago en efectivo en los primeros días y luego sumaron las promociones con tarjetas. Además, “nosotros contamos con otro tipo de juguetes, además de los comerciales, que son los didácticos: más artesanales, en general hechos de madera o letras de imanes. El único inconveniente es que son igual de costosos que los más populares, van desde los 80 pesos”.
En todos los lugares consultados coincidieron en que las ventas fueron muy positivas durante diciembre, pero que el domingo 22 (que abrieron ocasionalmente) y lunes 23 hubo picos de consumo con los locales llenos que permanecieron abiertos hasta las 22. Dato interesante, si se tiene en cuenta que los días previos la gente se acercaba sólo a consultar. Por ello es que decidieron abrir hoy, 24, haciendo horario corrido de 8 a 19.
Los más buscados y agotados
En todas las casas de regalos admitieron que lo más vendido fue aquello que la televisión marca como tendencia. “Vienen los padres y abuelos y te piden el jueguito que salió en Disney Junior, ya sean publicidades o merchandising de programas para niños”, dijeron en “Planeta”.
Mientras que en “Dauria” relataron una situación similar: “La gente viene a buscar lo que ve en la tele, pero cuando llega y se encuentra con que no ingresaron por las importaciones, terminan llevando el mismo producto de marcas alternativas”.
Por el cierre de las importaciones, gran parte de los juguetes de marcas internacionales no ingresó, pero la industrial nacional intentó suplir algunos objetos como juegos de mesa, muñecas, herramientas, animales de granja.
Aunque algunos son irremplazables, no sólo por la marca, sino porque no se fabrican en el país, como es el caso de cubos luminosos que promocionan en televisión.
Lo más solicitado para nena son valijas de Juliana, cualquier artículo que sea de “Violetta” -que fue la gran tendencia del año- o “Princesas” y “Kittie”; cocinitas, cajas registradoras o muñecas “Baby alive”.
“Doctora Juguetes”, la muñeca que cuesta 800 pesos, se agotó en la mayoría de los locales, mientras que productos como agendas, juegos de lápices y naipes de “Violetta” están en falta desde hace dos semanas. Todo lo que queda bajo ese nombre son los productos más costosos desde los 400 pesos, como el piano o la heladera.
Para varón, los más solicitado son productos de “Ben 10”, “Hot Whells” y “Cars”, que al igual que ocurre con las niñas, presentan un merchandising que va desde naipes a wokitoki y pistas de autos a 800 pesos.
Por último, para preadolescentes se vendieron principalmente juegos de mesa clásicos como el “Monopoly”, “Juego de la vida”, otros más novedosos como “El juego del millón de Susana” o rompecabezas de más de 500 piezas a partir de los 300 pesos. También, aquellos que permiten armar mandalas, bijou o manualidades que tienen un grado mayor de dificultad.