El asfalto caliente continuaba irradiando el calor recibido por los rayos solares del día y cerca de las 11 de la noche, las calles estaban desiertas, algunos vecinos sacaron las sillas y las mesas a la vereda para escapar del asedio del interior de sus viviendas.
A pocos minutos del tradicional festejo navideño, EL DIARIO se acercó a la Clínica de Especialidades para acompañar al personal que desempeñaba funciones en esta noche especial.
En un patio interno, una mesa sencilla esperaba la medianoche y los saludos amistosos entre Jimena, las doctoras Olaviaga y Groh, junto a las enfermeras Anita y Adriana, que estaban acompañada por algunos de sus familiares como Gabriel, Guada, Nahira y Priscila.
Arriba, en la Terapia Intensiva a cargo de Nadia, Mario, Vilma y la doctora Amengual se hacían un espacio para cenar y prepararse para un pequeño brindis antes que dieran las 12 de la noche.
Al momento en que todos los villamarienses levantaban sus copas, este matutino estuvo con los muchachos/as del Hospital Pasteur para lograr la clásica foto navideña de todos los años (de la cual son merecedores).
Una operación de urgencia, muchos problemas de gastroenteritis, picaduras de alacrán, vómitos y diarreas dejaban exhausto al personal que se hizo un minuto para un pequeño brindis con agua mineral. Por delante, la noche navideña les deparaba un turno de 24 horas en donde las urgencias son prioridad.
En la foto para nuestro medio se puede observar a las doctoras Damia, Reyna, Genero, Di Carpo, Vogler, Herrera, el técnico radiólogo Pablo Ortiz y las enfermeras Mariela, Vanesa, Roxana, Artico, González, Bety Palombi, Claudia, Jesica y el sargento Torre.
Después de los flashes, vinieron los llamados de los familiares y la vuelta a las labores.
Bombas, río y deber cumplido
Mientras las bombas de estruendo iluminaban el cielo villamariense, algunos vecinos, aprovechando nuestro río, descansaban en sus orillas.
Los fuegos artificiales amateur se reflejaban sobre el Ctalamochita y en el Camping Municipal algunas familias ya descorchaban sus botellas.
Entre ellos, las familias Zapata, Singh y Echeverría habían llegado a las 16 a la ciudad desde Santa Eufemia, con la intención de pasar una Navidad distinta. Como balance, indicaron que la pasaron muy bien y que ya hacen cuentas para volver a visitarnos durante el día en el que el Anfiteatro reciba al recital de Maná.
Un detalle notable de este año fueron las estaciones de servicios cerradas.
Una cinta perimetral rodeaba las gasolineras y un par de reposeras acogía a las familias Parrucci, Pérez, Destacio y Zárate que, de sorpresa, fueron a saludar y compartir un instante con el encargado de la estación Guareschi (presente para ocasiones de emergencia) mientras sus chicos le mostraban lo que les “trajo el niñito Dios”.
Como parte de nuestro recorrido, también visitamos a los Bomberos Voluntarios de Villa María, recién llegados de un incendio de pastizales en el barrio de Las Playas, agotados.
Un llamado a la misma hora de Navidad los hizo levantar de la mesa para asistir raudamente al lugar del hecho, cumplir con su deber y apagar un incendio provocado por la negligencia de desaprensivos con sus juguetes de fuego.
Felicitaciones y nuestro respeto para los servidores públicos Pablo, Esteban, Francisco, Jorge y Marcos.
Como dato novedoso, se puede consignar que este año fueron pocos los comedores abiertos. Por la zona de bulevar Alvear sólo estaban disponibles al público “La parrilla VIP de la Villa”, “Lupo” y “Las Tinajas”, con reservas anticipadas.
Víctor Alvez
Las fotografías
1) En el Hospital Pasteur, el personal de guardia navideña posa para EL DIARIO
2) Los Bomberos en Nochebuena, siempre cumpliendo su deber
3) La playa de una estación de servicios fue lugar para el festejo
4) Los profesionales que se desempeñan en la Clínica de Especialidades también brindaron con este matutino
5) Desde Santa Eufemia, vinieron al río a pasar la Navidad