Escribe: Juan Pablo Morre

 

Sereno y satisfecho. Festejando lo justo y necesario, conociendo que todavía a la batalla final le quedan capítulos por demás determinantes. Así se mostró todo Atlético Ticino después de la resonante victoria en cancha del “Verde” y pensando en lo que será la revancha en su propio campo de juego.

Por ello, se repitieron los abrazos y las aprobaciones entre cuerpo técnico y jugadores una vez consumido el 1-0 a favor, aunque también sonó mucho la frase “todavía falta mucho”, conociendo que se aproximan 90 minutos determinantes en Ticino.

Y, en dicha sintonía, se expresó la figura del encuentro, Waldemar Carranza, quien resaltó como “importante” el triunfo, porque les permitió “dar un gran paso”.

Después de brindar su impronta de volante punzante y habilidoso, el oriundo de Dalmacio Vélez remarcó que, más allá de su labor individual, “acá lo importante es que el grupo está muy bien, unido y por eso se dan las victorias”.

Es que, para “Walde”, quien hizo Inferiores en Española y tuvo un paso en Colón de Arroyo Cabral, la victoria llegó porque “estuvimos más claros a la hora de jugar a la pelota”. Y agregó: “Fue un partido muy duro, como toda final, pero logramos mostrar nuestro juego por momentos y por eso nos llevamos los tres puntos”.

A continuación, remarcó que Rivadavia “es un rival muy difícil, hace un año que pelea bien arriba y logró un campeonato. Por eso, más allá que dimos un gran paso, quedan 90 minutos donde puede pasar cualquier cosa”.

Y, sobre el próximo partido en casa, explicó “ahora en casa hay que estar tranquilos y con los pies en la tierra porque quedan 90 minutos que serán muy duros, prácticamente una guerra”.

El nivel del volante izquierdo, además, fue elogiado por su compañero Claudio Andrada, quien indicó: “Carranza hizo un muy buen trabajo, hizo la diferencia por izquierda y fue un jugador importantísimo”.

“Pelé”, quien finalmente estuvo desde el arranque, también resaltó la función colectiva: “Creo que el resto del equipo hizo bien las cosas, defendimos muy bien y gracias a Dios pudimos ganar”.

“Conseguimos lo que vinimos a buscar, que era ganar. Igualmente, sabemos cómo es el fútbol y si bien el triunfo es un paso importante, no está nada definido”, expresó luego.

Andrada, por último, sostuvo que Ticino “fue superior” por lo que, más allá de elogiar al rival al indicar que “es el merecido actual campeón ”, recalcó que “queremos ganar en la revancha y así lograr lo que tanto queremos”.

 

“Orgulloso”

Por su lado, el entrenador Germán Vicario mostró su felicidad por la victoria porque “se lo merecen estos chicos, de los cuales estoy muy orgulloso”. Y, en ese sentido, explicó: “Por momentos, viéndolos jugar, se me pone la piel media rara, porque además que juegan bien a la pelota, entregan la vida en cada partido”.

Vicario, en tanto, indicó que “no me gusta hacer tantos análisis porque a las finales hay que ganarlas. Personalmente ya me cansé de perderlas jugando bien o no, por lo que considero que no dimos ningún paso, sólo es una final asegurada y Dios quiera que podamos ganar el domingo en Ticino”.

Enseguida, elogió la labor de Carranza y expresó: “Realmente la rompió Waldemar, hizo un surco por la franja izquierda. Se lo merece porque se mata entrenando y se cuida mucho”.

“Es un grupo que nos brinda un montón de satisfacciones que uno esperó y ahora están llegando”, agregó a continuación.

Además, comentó que, más allá del triunfo, “sólo se logró dar un paso porque falta mucho. Todavía no hemos logrado absolutamente nada”.

Y, con vistas a la revancha, argumentó: “De local hay que hacer lo mismo. Tiene que estar la entrega, la unión del grupo, el cuidado personal, la gente que nos alienta… Para ganar significa todo eso, pero repito, falta mucho”.

Por último, en la faz personal, Vicario manifestó: “Dios quiera que este año se me de el título. La verdad que me sacrifico mucho, duermo poco para todo esto y me entrego al máximo porque disfruto del fútbol y lo vivo con intensidad. Además los chicos se lo merecen”.