Los guardavidas de la costanera reiteraron el pedido para que la gente tome conciencia acerca de los peligros que supone apropiarse de espacios que están prohibidos para bañarse, como es el caso de las compuertas.
Jorge “la Gata” Tissera es uno de los más reconocidos, que desde hace muchos años trabaja al servicio de la comunidad en la vera del río. Decidió recurrir a EL DIARIO para explicar, desde su puesto en la bajada Entre Ríos, los riesgos a los que la población se somete y a los que los exponen también a ellos.
“Las compuertas en este momento son muy peligrosas, porque esta época es de crecidas. No se pueden meter ahí y no les importan las advertencias. Después de los más de 100 milímetros caídos el sábado, ayer estuvo calma la crecida como si hubiese sido sólo agua de lluvia, pero es riesgoso exponerse porque puede bajar una fuerte correntada como es típico de verano”.
Además, sumó que el reclamo responde a dos casos ocurridos durante la semana pasada y cuatro en lo que va de diciembre. “Los muchachos tuvieron que rescatar el viernes a una chica de 13 años y después a un joven de unos 20 años, arriesgando también sus propias vidas y encima los trataron mal”.
Cabe destacar que a lo largo de toda la costanera, desde el Arenero hasta barrio Barrancas del Río, se encuentran 23 guardavidas -se incorporaron nuevos en esta temporada- apostados en las orillas y circulando por sus tramos a cargo. Sus horarios de trabajo son de lunes a sábado de 13 a 20 y los domingos hasta las 20.30.
Un dato a tener en cuenta es que los cuidados exceden la responsabilidad de estos trabajadores, ya que, como comentaban dos que se trasladaban en bicicleta para cubrir su zona de control, “los padres no pueden quedarse arriba mientras los chicos se van solos al río, nosotros no somos niñeros. Además, debería evitarse el consumo de alcohol dentro del agua”.