Una fuerte tormenta se registró en las últimas horas del día sábado sobre Villa María, la cual trajo consigo una lluvia de más de 100 milímetros que se registró en un lapso cercano a una hora, dejando como consecuencias gran cantidad de calles cortadas, casas y negocios inundados, familias evacuadas y cortes en el servicio de energía eléctrica, los que se extendieron en algunos casos hasta horas del mediodía de ayer.

Fue por ello que desde distintas áreas de la Municipalidad de Villa María, conjuntamente con Bomberos Voluntarios, la Unidad Departamental de la Policía de la Provincia de Córdoba y empresas concesionarias de servicios se trabajó intensamente en busca de lograr la normalización de la ciudad, a causa de la gran cantidad de lluvia caída en un breve margen de tiempo.

Más de 100 personas participaron en dicho operativo conjunto, que tuvo inicio en horas de la medianoche. Se visitaron distintos barrios de la ciudad y se brindó asistencia a las familias de las viviendas más perjudicadas por el infrecuente fenómeno climatológico. 

En este sentido, según indicaron fuentes municipales, debido al fuerte temporal debieron ser evacuadas siete familias de distintos barrios villamarienses, las cuales regresaron a sus hogares antes del mediodía de ayer.

Al mismo tiempo, agentes de Tránsito y Convivencia Urbana procedieron a interrumpir, de manera parcial, las arterias más perjudicadas por la acumulación del líquido pluvial.

Además, en calle Paradella y Deán Funes, de barrio Parque Norte, fueron asistidos dos vehículos que quedaron empantanados en medio de una obra de desagües.

 

Palabra oficial

 

Sobre la fuerte tormenta sabatina el jefe de Gabinete, José Carignano, afirmó que “lamentablemente este episodio climático, en el que llovió más de 120 milímetros en una hora, nos complicó la situación”.

“Estuvimos trabajando muy fuerte toda la noche y lo seguimos haciendo por la mañana, junto con bomberos, con los funcionarios del municipio y con las organizaciones que trabajan en servicios concesionados para la Municipalidad”, remarcó.

Por otra parte, el funcionario admitió que “seguramente esto ha generado inconvenientes y la gente se acordará de nosotros, pero hay que tener presente que esto fue un fenómeno climático que nosotros no podemos controlar”.

“Queremos pedirle tranquilidad a la gente, que se quede en su casa, que no salga a ver donde hay una calle inundada porque ocasiona inconvenientes y problemas”, solicitó en horas de la mañana de ayer.

Simultáneamente, Carignano aprovechó para decir que “hoy, por suerte, podemos decir que las obras que hemos hecho en barrio Las Acacias han funcionado muy bien y allí prácticamente en horas del mediodía ya no quedaba más agua”.

“En las 400 Viviendas a las 3 de la mañana pudimos conectar una bomba extractora para poder sacar el agua del lugar y en La Calera tuvimos algunos inconvenientes, fundamentalmente porque viene mucha agua de los campos de la zona de Tío Pujio, pero allí enviamos un camión tanque para sacar el agua y llevarla para otro lado donde no moleste”, añadió.

Finalmente, el jefe de Gabinete destacó que “tuvimos la suerte de que las pocas familias que debimos evacuar anoche, que no fueron más de siete, ya regresaron todas a sus respectivos domicilios”.

 

Desde EPEC

 

Debido a la fuerte tormenta, un servicio que se vio afectado fue el de energía eléctrica. A propósito de los motivos que generaron esos cortes, Daniel Villoria, subjefe de zona de la Empresa Provincial de Energía de Córdoba (EPEC), sostuvo que “la gran parte de interrupción en el servicio se produjo debido a que las cámaras del centro se llenaron de agua”.

“Además se cortaron algunos cables sobre ruta 158 camino al aeropuerto, debido a la caída de ramas”, manifestó.

 

Varios inconvenientes

 

La ciudad despertó ayer con un panorama que reflejó la furia de la tormenta. En muchos barrios las calles se mostraron todavía cubiertas de agua en horas cercanas al mediodía. Eso generó que una gran cantidad de viviendas sufrieran el ingreso del líquido, generando daños materiales de distintas magnitudes.

En cuanto a los comercios de Villa María, varios daños se registraron en aquellos situados sobre los bulevares España y Alvear, donde la presión del agua generó muchas roturas de vidrios.