Marcar un gol en la final de un torneo para decretar un triunfo épico en un reducto inexpugnable y quedar muy cerca del título es algo que no llega seguido en el fútbol.
El domingo se dio ese lujo Joel Manzanares, quien anotó a los 22 minutos del segundo tiempo, el único gol de la victoria resonante de Atlético Ticino sobre Rivadavia, en Arroyo Cabral.
Con sólo 20 años, Manzanares quedó muy cerca de lograr su primera vuelta olímpica, luego de arribar esta temporada a Ticino.
El volante por derecha que tiene el equipo conducido por Germán Vicario tomó la decisión de cambiar de aire este año luego de haber explotado con una muy buena imagen en Asociación Española, donde Edgar Brussa supo darle rodaje para que mostrara sus cualidades como lateral de ida y vuelta, con vocación ofensiva.
Hoy, con la titularidad intocable en uno de los dos clubes finalistas, Manzanares se apresta a dar un grito histórico para la institución.
"Es cierto que sería algo histórico para el club y estoy contento de participar de esto junto a todo el equipo, pero hay que seguir trabajando", reconoció el pibe.
Con la conquista del primer “chico” en el bolsillo, el volante reconoció que “fue un partido muy trabado”, pero indicó: “Tenemos buenos jugadores en la mitad de cancha y eso nos favorece”.
Claro que nada hubiese sido posible si él no convertía el tanto ante el último campeón.
"Gracias a Dios, lo estaba buscando y fue especial, pero para el equipo fue muy importante y eso es lo mejor", sostuvo Manzanares.
También admitió que "en el primer tiempo, tuvimos un tiro en el travesaño y en el segundo tuve una muy clara que no pude convertir, pero después se me dio".
En cuanto a la revancha, el volante no dudó en decir que “el partido será igual que éste, por eso habrá que jugarlo con muchas ganas".