Después de un decreto del entonces presidente Carlos Menem en 1994, las obras sociales y mutuales no podían firmar convenios con las entidades gremiales, llámense círculos, federaciones o la Confederación Médica de la República Argentina (COMRA) que nuclea a las federaciones de todo el país.
Así aparecieron los intermediarios y luego los contratos con prestadores directos. Por supuesto que fueron las clínicas más importantes las que se quedaron con los convenios, en desmedro de las clínicas con menos nivel de complejidad y de los prestadores de consultorios.
Los recursos en salud se achicaron y trasladaron la política de achicamiento a que fueran los mismos prestadores los que determinaran quiénes trabajaban y quiénes no. Y lo mas grave, determinaron cuánto debíamos ganar. Por supuesto que los que trabajaron cobraron mal. Pero peor la pasaron los que no trabajaron.
Ante esta situación las entidades gremiales perdieron su rol y los médicos se alejaron de ellas. Basta saber que nuestro Departamento San Martín supera largamente los 500 médicos radicados y que sólo 200 figuran como socios, pero sólo 70 somos los que hemos mantenido nuestra cuota al día para tener abierta la entidad gremial durante varios años. También es de destacar que la Cámara de Empresas de Salud de Villa María (CAMES), entidad nacida por necesidad para quienes quedamos en el Círculo Médico, aporta lo suyo y vaya si es valorable.
Pero con el tiempo varias entidades gremiales de esta provincia lograron recuperar la unidad entre médicos y clínicas y así pudieron reflotar las mismas y luchar por un arancel digno tanto para las clínicas como para los médicos.
Al leer la lista de los miembros integrantes de la nueva conducción del Circulo Médico de Villa María daría la impresión de que estamos en el camino que nos permite albergar esperanzas de que tanto las clínicas y sanatorios y los médicos en su conjunto tendrán representación y se podrán entablar negociaciones en bloque, con lo cual recuperaremos los retrasos en los derechos y honorarios y de esa forma lograremos pagos dignos tanto para las clínicas como para los médicos.
Sería importante que todos los convenios volvieran a pasar por la entidad gremial ahora con representación también de las clínicas y sanatorios y, a no dudar, estaríamos dando pasos en la dirección que otras entidades similares de la provincia ya han dado y que han demostrado beneficios para todas las partes.
Ojalá que en esta nueva etapa podamos ver depuestos los intereses sectoriales y que el resultado sea poder ejercer dignamente en el lugar que nos toque. Sin duda estaremos atentos los médicos al devenir de los acontecimientos, para participar y para sumar todo esfuerzo que apunte a nuestra recuperación en el ejercicio de nuestra profesión.
Sentir que no hay dueños o patrones y empleados, sino colegas que respetando los intereses del conjunto pretenden vivir dignamente de la Medicina, único modo de vida que tenemos los que seguimos esta vocación.
Atentos, espectantes y esperanzados esperaremos los frutos de este nuevo consenso.
Dr. Raúl Eloy Baigorrí
Centro Privado de Oftalmología