Tras la inundación, personal del Ministerio de Desarrollo Social de la provincia recorrieron ayer las calles de la ciudad.
Mientras, otro número importante de personas optó por acercarse al Instituto “Santísima Trinidad” para dar cuenta allí de su situación particular y obtener asistencia. Este es el “centro de operaciones” donde se va coordinando el trabajo con los evacuados, cuya cantidad fue disminuyendo con el correr de las horas. Restan los que sufrieron pérdidas totales de sus precarias viviendas.
Al mismo colegio se pueden acercar donaciones, lo que más se necesita es agua mineral, alimentos no perecederos, pañales y especialmente ropa de niños.
Cerca del mediodía se habilitó la ruta provincial 10, camino a Pampayasta, que debió romperse en la noche del sábado para permitir el paso del agua. También fuentes oficiales confirmaron que se compactaron los cortes realizados en esa arteria frente a barrio Belgrano para habilitar el paso.
Palas mecánicas de entes oficiales, instituciones, y empresas locales y de la zona trabajan para sacar la tierra y los escombros acumulados en las calles. También camiones regadores de Hernando y de la zona están surtiendo del líquido elemento en los lugares donde lo necesitan porque las autobombas de los servidores públicos locales sufrieron inconvenientes graves en sus motores. Se han acercado bomberos de distintos puntos de la región para colaborar.
Las asistentes sociales locales, de los ministerios de Desarrollo Social tanto de la Provincia como de la Nación comenzaron ayer a realizar los relevamientos respecto a los daños sufridos en los sectores más afectados. Las autoridades municipales gestionan fondos de la provincia para hacer frente a los gastos imprevistos ante esta contingencia.
Por otra parte, solicitaron "abstenerse de circular en todo tipo de vehículo por las calles de la ciudad por la polución que genera".