El intendente Eduardo Accastello ofreció, el martes pasado, un brindis de fin de año a los periodistas locales en el Salón Blanco Municipal.

En la ocasión esgrimió un discurso extenso, atravesado por reflexiones personales derivadas de su reciente internación clínica y signado por la noción de “expectativas”, que reiteró en numerosas ocasiones. “Aunque el Estado no tiene que resolver todas las expectativas de la gente, Villa María es hoy una ciudad inclusiva y equilibrada que no tiene ni villas ni countries y cuenta con casi el 100% de los servicios, pero sabemos que hay cosas por mejorar”, señaló.

Previo a destacar virtudes gubernamentales y lanzar un par de tiros por elevación a De la Sota, quiso remarcar la labor de las trabajadoras del Hogar de Ancianos (nombró a Miriam Torres, Romina Mazzini, Carina Franco, Sonia Ponce e Irma Juárez), quienes ayudaron en la evacuación de los internos durante el incendio registrado días atrás. Asimismo, valoró el esfuerzo de las familias que recibieron las recientemente otorgadas 40 viviendas, a las cuales pudo llamar desde la clínica “a escondidas de los médicos”.

 

ACA Bio se inaugura en julio

 

En materia de anuncios, Accastello puntualizó que la planta de Asociación de Cooperativas Argentinas (ACA Bio) será inaugurada oficialmente el próximo 5 de julio, aunque comenzará a operar desde febrero. Vale recordar que la plataforma, ubicada en la autopista 9 y ruta provincial 2, permitirá la producción de 145 mil metros cúbicos de bioetanol por año con destino al corte de naftas. 

El mandatario alió el logro de afincar dicha firma con la instalación de más empresas en el Parque Industrial: “Casi 78 familias que arriban al lugar son villamarienses y una generación anterior a ellas comenzó a idear ese proyecto”. En el mismo sentido, capitalizó la entrega de mil créditos en Villa María a través del Procrear, como parte de una política de Estado.

 

“Me banco los insultos cuando se inunda una calle”

 

En el pasaje de mayor pirotecnia discursiva, el jefe comunal trazó su legado: “Mi función circunstancial es la de coordinador, pero nuestro paso por la ciudad no ha sido inocuo. Producimos cambios estratégicos y no hablo de la belleza de la costanera, hablo de la estructura central que hace a la armonía de una ciudad”. Acto seguido, añadió: “Cuando se inunda una calle, me banco todos los insultos. Me preocupa más que la familia no tenga los 500 pesos para que haga el desagote”.

Respecto a la política provincial, apuntó: “De los grandes conflictos sociales que ha tenido la Argentina o Córdoba, Villa María ha permanecido en paz; eso es un logro que hemos articulado entre todos. Si Córdoba tuviera una gestión como esta, no sucederían las cosas que suceden”. 

A propósito, trajo a colación la cruenta estadística de “18 muertos apuñalados en un mes” que publicara La Voz: “¿Nadie tiene que ver con esto?”, deslizó, antes de marcar la falta de agua en distintos puntos de la provincia.

Por último, advirtió en sorna a los periodistas: “Si llega a venir acá un funcionario a querer cobrar por usar un asador de la costanera, como hacen en algunas localidades de Córdoba, no lo dejen”. Al finalizar y antes del brindis, confió el anhelo de hablar cara a cara con cada cronista, a modo de despedida de su gestión.