El delegado de la Asociación de Trabajadores del Estado (ATE) habló sobre la reunión que aparentemente el gobernador José Manuel de la Sota prometió entre el ministro de Trabajo y el gremio, si detienen la medida de fuerza.
Ayer, a las 10, se realizó una asamblea en la capital cordobesa para definir la situación ante la propuesta del Gobierno provincial, pero en Villa María no tuvo repercusión y Molina comentó: “Nosotros decidimos hacer un impasse desde el viernes 20 de diciembre -cuando se votó la decisión de continuar con la asamblea permanente- pero recuperar la lucha cuando la mayoría regrese de sus vacaciones. Por eso arreglamos una tregua hasta el 15 de enero en Córdoba y acá, seguramente, será a fines de ese mes”.
Comprende que, ante la reunión supuesta que se adjudicó el gobernador, “es un juego para entretenerlos porque el ministro de Trabajo ya nos recibió y siempre promete que De la Sota nos escuchará; es mentira, esto es político. Es más, no sé si no está pagando una multa por la determinación que la Cámara Nacional de Trabajo tomó, pero él sigue sin reconocernos”.
De hecho, asegura que por más que desconozca su lucha por desentenderse del gremio, “De la Sota y sus ministro siempre terminan aceptando que hay un conflicto porque al decir que aceptarían reunirse con nosotros si paramos la medida de fuerza, están dándonos entidad”.
Por último, sentenció: “No se van a sentar a dialogar con nosotros porque saben que conocemos la situación en toda la provincia y se la vamos a decir. Hay ejemplos claros de esta gestión, como el caso de nuestro Hospital. No puede ser que semejante estructura esté parada y no sepan dar respuestas o que hace más de dos años sigan abriendo salas de atención y reduzcan 500 camas en la provincia, que falten insumos básicos como anestesia, que haya médicos que hace muchos años estén reclamando por ser facturantes, es un derecho que se los pase a planta permanente. Nosotros nos sumamos a los compañeros que en Córdoba están pidiendo un aumento del básico a diez mil pesos”.
El Hospital, entre un conflicto de intereses
En el Pasteur no se llevó a cabo ayer la asamblea por falta de personal, justamente se encontraban de franco o en día no laborable la mayoría de los trabajadores. Allí, un delegado del Sindicato de Empleados Públicos (SEP) comentó a EL DIARIO que sólo había dos agremiados para reunirse, situación que disgustó a Molina.
“Nosotros tenemos más de 80 afiliados dentro del Hospital y seguimos luchando por la salud pública; si ellos pautaron es su problema”. Y sumó otra idea a esta disputa: “La Provincia arregló con un gremio que no nos representa, pero que logró casi 40 días de vacaciones, no pasaron las fiestas como nosotros haciendo guardias sacrificadas de más de 24 horas. Entonces, por supuesto que iban a parar la lucha porque consiguieron respuestas a sus propios intereses mientras comparten el discurso de la salud pública”.
Asimismo, describió una situación particular en el Pasteur: “Aquí hay un convenio especial entre el SEP y la Dirección, por eso se frenan muchos conflictos que continúan en pie. Mientras que de la Asociación de Trabajadores de la Sanidad de Argentina (ATSA) hay sólo una representante que es más de los privados, no puede hacer demasiado”. Hizo notar que cuando “la directora dijo en diciembre que el Hospital funcionaba normalmente, nos ignoró y dio por supuesto que como los empleados públicos provinciales arreglaron, ya no había inconvenientes”.
Respecto a las irregularidades, agregó otro elemento: “Cuando Abraham habló de tal normalidad, nunca tuvo en cuenta que hay aparatos que no funcionan, especialidades que no pueden atender y falta de insumos. Por eso nosotros seguimos luchando, en la capital ocurre lo mismo y en el interior es peor porque tenemos más problemas. No comprendemos qué arregló el SEP con el gobernador, si la situación no cambió en nada. Nosotros luchamos por una salud pública eficiente y gratuita, un bono de Navidad no nos interesa. Nosotros no luchamos sólo por un aumento de salario, la cuestión de fondo también se tiene que modificar”.