Abremio “Chiche” Scherr y Elsa “Negrita” Commini son dos adultos mayores que encontraron el amor unos tres años atrás y en dos semanas se casan para confirmar ante Dios y la ley su compromiso. 

Se conocieron hace muchos años porque Elsa era amiga de la fallecida esposa de Abremio, de quien comenta que “fue una gran mujer, muy compañera y confidente”. La hija de Elsa, Patricia Aprile, que agrega “su amiga era muy generosa, estaba muy enferma y creo que fue preparándolos para que terminaran juntos, porque no quería que su esposo se quede sólo”.

“Negrita” ya era viuda desde hacía unos quince años, por lo que sin darse cuenta ninguno de los dos empezaron a ceder ante los sentimientos que nacían. La señora dice, entre sonrisas inocultables, “a esta edad parece mentira estar tan unidos, siempre lo admiré y desde que empezamos a salir juntos nos hicimos muy compañeros, vamos a bailar al Club de los Abuelos, al banco, yo le cocino y él lava y seca, hasta comemos del mismo plato a veces”.

Por su parte, “Chiche” describe su relación “coordinamos muy bien, nos conocemos desde hace muchos años y no hay escollos en la relación. Es más, para evitar problemas cotidianos, juntamos las jubilaciones para los gastos y vivimos un poco en cada casa”.

Ese es uno de los temas candentes, ninguno de los dos quiere abandonar su hogar, así que “mi mamá le dijo al cura que los va a casar, cuando le preguntó dónde van a vivir, y ella dijo cada uno en su casa pero juntos, un poco en las dos”, relata Patricia, mientras recuerda con emoción el momento en que su madre le mencionó a “Chiche”, “nosotras somos dos hijas y dos varones; un día vino mi mamá y nos dijo a las mujeres que estaba enamorada y nos alegramos porque ella tuvo una vida muy difícil, pero estoy convencida de que ahora, con 83 años, encontró el amor y la felicidad”.

 

La vida cotidiana juntos

 

“Chiche” es ingeniero químico, tiene dos hijos, varios nietos y un bisnieto en camino. Todos tomaron muy bien la noticia del matrimonio. En tanto, “Negrita” tiene cuatro hijos, muchos nietos y bisnietos, de hecho ella cuida todas las mañanas a dos de estos últimos, también se alegraron con la decisión. 

Los novios en cuestión gozan de buena salud, están muy lúcidos y sólo toman medicación para la hipertensión y para dormir. A Elsa hace dos años atrás le descubrieron unos nódulos en las mamas y por decisión propia, de sus hijos y prescripción médica optaron por no operarla. Patricia describe la jovialidad de su madre, “ella dijo que se iba a curar sola y hasta ahora no tuvo ninguna secuela. Ella se encuentra muy bien de salud y psicológicamente, tiene un espíritu admirable”. 

Un día común de ambos es sencillo pero cargado de actividades, porque son muy activos, lúcidos e inquietos y cada uno organiza su rutina sin interferir en la del otro. Sólo algunos días de la semana conviven, sino están solos en sus domicilios. Situación que Abremio entiende que debía modificarse, “este un cambio en el camino de la vida de ambos, al principio no pensábamos en tomar esta elección pero para la sociedad no toma bien nuestra posición, entonces tenemos que hacer las cosas bien y casarnos”.

Es así que el viernes 17 de enero a las 11 se casan ante la ley en el Registro Civil de Villa Nueva y el sábado 18, a las 22 confirmarán sus votos ante Dios en la capilla ubicada en el parque de la vecina localidad, “María Boretti”. Cabe aclarar que el novio es de religión judía, pero “no me considero practicante, por eso no me molesta casarme en la Iglesia Católica. En mi primer matrimonio hice la ceremonia judía, pero ahora no quiero, además me hice muy amigo del curita”.

Este sacerdote que mencionan, es el padre Sergio Peralta, el primero en bendecir la pareja y a quien conocen porque Elsa es una fiel colaboradora de la capilla, adonde concurre habitualmente encargándose hasta de la limpieza y la decoración.

Además, “Negrita” dio a conocer su testigo en la iglesia será su cuñada (esposa de un hermano) y del civil, una amiga.

Por otra parte, la celebración continuará después de la iglesia en el salón de ATE de la ciudad con una cena a la canasta donde, entre familiares y amigos, se reunirán más de cien personas. Este evento fue organizado por los hijos de Elsa con colaboración de los de Abremio, porque como dice Patricia “nosotros queremos que ellos disfruten y no se preocupen por nada, ya tenemos todo listo para que lleguen al salón a escuchar música y bailar. Demasiado renegaron con el civil y la iglesia que organizaron con celosa reserva, aunque sabemos que tuvieron trabas con los papeles, porque mi papá del corazón es oriundo de Santa Fe”. 

Por lo que con gran expectativa todos los familiares aguardan la llegada de la ceremonia, pese a que en un principio uno de los hijos de Elsa se encontró en desacuerdo con la relación, pero fueron los mismos hermanos quienes lo hicieron reflexionar de que su madre debía estar acompañada y tenía derecho, más allá de su edad, a ser feliz con esta nueva oportunidad.

 

Fotografías: 1) Los novios contraeran enlace por civil y por iglesia

2) La novia celebró a la par de las más jóvenes, pero pidió no consumir alcohol