Por: NET
Enero es el mes del Dakar. El rally más duro y famoso del mundo, según lo definen. Mientras numerosos amantes de la aventura disfrutan de esta competencia, en el sinuoso camino de la política ya se está corriendo la carrera con destino a la Copa “Rosada” de 2015.
Así, como los inscriptos en el Dakar saben que deben atravesar zonas de arena, barro, rocas y vegetación, los anotados en la disputa por el sillón máximo de la Casa Rosada conocen demasiado bien los peligros que deben sortear para llegar a destino.
Y en la etapa preparatoria ya están probando los motores los principales referentes de la oposición.
Los últimos días de diciembre tuvieron dos presentaciones significativas: el Frente Renovador y el Frente Amplio Progresista.
Vamos por parte. En el circuito del peronismo (acostumbrado a las transformaciones) asomó, con un “Tigre” en el tanque, el bonaerense Sergio Massa.
El joven intendente que tuvo el placer de sentarse en la concurrida mesa de los triunfadores el pasado 27 de octubre demostró que está dispuesto a construir una estructura política transversal que le permita estar entre los favoritos dentro de dos años.
En un ambiente distendido, con el agua y los yates de paisaje, Massa presentó la mesa de su partido y dejó clara (a pesar de los cortes de energía) la decisión de llevar su estructura a cada rincón del país.
Entre sus principales referentes está un experto corredor: Lole Reuteman. La escudería se completa con otros peronistas de gestión: Mario Das Neves (Chubut), Jorge Busti (Entre Ríos), Felipe Solá (Buenos Aires) y Juan Carlos Romero (Salta).
No obstante, la base de la estrategia del trigrense está en los intendentes, entre ellos algunos radicales que ya le dieron el sí para ajustar los motores: Gustavo Posse (San Isidro), Mario Meoni (Junín) y Federico Federico Sciurano (Ushuaia).
Posse, de alto perfil, ya tiró que habría muchos jefes comunales del radicalismo interesados en la propuesta que presenta el ex jefe de Gabinete de Néstor Kirchner.
Las aceleradas de Massa crisparon a los referentes de la UCR que tienen cierto rechazo a las alianzas con olor a peronismo.
Al joven que está favorecido hoy por las encuestas no parece preocuparle demasiado las opiniones de sus críticos.
Con el apoyo enérgico de su esposa Malena Galmarini (figura clave en la estructura), el intendente de Tigre se dispuso a enfrentar los desafíos con tranquilidad y sin apresuramientos.
De acuerdo a fuentes de su entorno, la agenda en territorio cordobés está pendiente.
“Después de las elecciones de octubre, Massa se interesó por conocer los resultados obtenidos de tres intendentes cordobeses: Ramón Mestre, Martín Llaryora y Eduardo Accastello”, comentó un peronista que anda “husmeando” por la zona de boxer.
El intendente de San Francisco Martín Llaryora confesó su amistad y su adhesión al proyecto de Massa meses antes del triunfo tigrense. Pero, su arreglo con José Manuel de la Sota podría ser un obstáculo en este momento para integrar el Frente Renovador que se define de “centro” y se aleja del macrismo calificándolo de la “derecha”.
Son conjeturas que los amantes de la política hacen al lado de los quinchos y de las piletas en pleno mes de vacaciones.
La fuerza de los motores se verá con el tiempo. La gente que apuesta a Massa está convencida de que el hombre de Tigre tiene grandes posibilidades de crecer estando en una banca de Diputados.
“Los que están al frente de una gestión tienen un año complicado, Scioli ha perdido puntos, Capitanich tiene que apagar incendios y varios gobernadores están entre las cuerdas”, comentó un profesional mientras comía un asado a la vera del Ctalamochita.
El “doctor” no descarta que Massa llegue a 2015 con las mejores chances entre los precandidatos emparentados con el peronismo.
En la región ya hay alboroto y rumores con respecto a los “amigos” de Massa, pero nada tiene certeza.
En el entorno de Accastello se tejen diversas posibilidades, pero primero está el apoyo al Gobierno de Cristina y por lógica el aval absoluto al proyecto de Accastello de llegar a la Gobernación de Córdoba en 2015.
Después, se verá. La carrera tiene demasiadas cornisas y el riesgo de caer al precipicio es una constante.
Amplios y progresistas
El socialismo comandado por Hermes Binner preparó la mesa con comensales especialmente invitados para construir la estrategia que les brinde la oportunidad de “desalojar” al peronismo del poder en el año 2015.
Agitando los pañuelos estuvieron radicales de Ernesto Sanz, la gente de Margarita Stolbizer, algunos referentes de Elisa Carrió, el cordobés Luis Juez y dirigentes de Libres del Sur.
El denominado “progresismo no K” se juntó en Rosario para planificar los pasos a seguir este año.
En el documento que dieron a conocer, tras el encuentro cargado de optimismo, los presentes pactaron un trabajo legislativo conjunto en temas de peso, entre ellos la inflación, la inseguridad y el narcotráfico.
La tarea en el Congreso es la parte más simple del diálogo entre fuerzas diferentes. El tramo más sinuoso es lograr una alianza que conforme a todos y no se desbarranque por los intereses individuales.
Los integrantes de la Unión Cívica Radical todavía recuerdan los tristes resultados de la Alianza de 1999 y prefieren pisar en terreno firme.
Hoy, el radicalismo tiene numerosos motivos de preocupación: los intendentes que agarran otros rumbos, las pujas internas y los que sólo aceptan uniones si el liderazgo es de la UCR.
Durante 2014 se irá afianzando el compromiso de cada una de las fuerzas para coincidir en políticas, en ideas y elegir los candidatos con las maneras que otorga la democracia.
Hasta que pase el Mundial de Brasil, los vehículos van a circular despacio y con precaución.
A mediados de año, se podrá evaluar el estado de cada uno, sin olvidar los que vienen corriendo y esperan la bendición de Cristina. ¿Quién será el piloto del FPV?, por el momento, una de las grandes incógnitas.