Con el sueño cumplido, sólo hay tiempo para festejar. Entonces, el campo de juego del Atlético Ticino se transformó en felicidad de innumerables protagonistas que, luego de ocho años, volvieron a poner al club en lo más alto del fútbol local.

El 0 a 0 le brindó rienda suelta a la algarabía y al abrazo interminable. Ticino era campeón y todo el pueblo, que copó su cancha, lo celebró con la emoción y satisfacción. Y, entre toda esa montaña de felicidad, quedaron los jugadores celebrando el título obtenido, al igual que el cuerpo técnico que encabeza Germán Vicario a quien, finalmente, la tercera le fue la vencida.

Los pibes del club, los grandes, los refuerzos, los hinchas, los familiares. Todos muestran la emoción en sus rostros y se les eriza la piel mientras festejan a puro cántico y vuelta olímpica al título obtenido. Y, entre todos ellos sobresale entre tantas otras la figura de Ayrton Páez el niño mimado de los hinchas, el pibe del pueblo de enormes condiciones que decidió quedarse en su equipo y así aportar su magia para obtener el título.

Más allá que es centro de la atención, a Páez, en sus palabras se le nota su humildad y perfil bajo ante los medios y expresó que el campeonato es “un orgullo para todos nosotros”.

Y valoró el esfuerzo de “todos los que trabajan para el club. Ellos son merecedores del título por todo el trabajo que hacen día a día. A nosotros nos toca salir a la cancha, pero ellos también hacen un gran trabajo para que esto sea hoy posible”.

Por lo que remarcó Páez, “a todo ese esfuerzo se lo pagamos con un campeonato”.

Páez, además, explicó que “se jugó como una final se metió en todas las líneas y tratamos de ser seguros porque Rivadavia es un equipo muy duro”. Por lo que agregó que, “aunque no pudimos embocarla, nos salieron bien las cosas porque sabíamos que si manteníamos el arco en cero el campeonato era nuestro”.

Mientras tanto Páez explicó que el título se logró “por el trabajo que hicimos entre todos. Hace mucho que veníamos en una buena rienda habíamos llegado a una final, no se nos dio, y esta vez lo logramos. Se consiguió el título por la humildad y el esfuerzo del grupo”.

Y, después de esos pocos segundos que pudo hablar, continuó luego con los festejos mientras fue llevado a andas por esa misma gente que, en el partido, alabó cada acción de su ídolo de tan sólo 19 años.

 

Piovano

 

Entremedio de los festejos, otro de los que habló con EL DIARIO fue el defensor villamariense Matías Piovano, quien llegó hace dos años al club y estuvo en toda esta etapa de Germán Vicario que derivó a la coronación del título.

Por lo que, en un principio, el defensor remarcó: “Hace dos años vine al club y siempre veníamos de buenos campeonatos, pero nos faltaba coronar y en junio, justamente cuando perdimos con este rival, nos propusimos ser campeones y por suerte se dio”.

“Logramos el título porque jugamos bien a lo largo de todo el campeonato. Quizás en esta serie se vieron partidos muy duros y trabados pero lo pudimos ganar allá y acá soportar el 0 a 0 para ganar el campeonato”, explicó luego y resaltó que el título “no es una revancha de la final perdida, como siempre digo, el fútbol siempre te brinda nuevas oportunidades, el rival era otro, y por suerte se nos dio. Además es muy especial porque lo logramos en casa y así todo el pueblo lo puede disfrutar”.

 

Coria

 

Por su parte, luego de un abrazo emotivo con un familiar, también Emanuel Coria expresó su emoción por el campeonato obtenido: “Esto es algo grandioso. Cualquier jugador espera al final del torneo salir campeón y esta vez nos tocó a nosotros y es una alegría enorme”.

“Manu”, quien se agregó al plantel en la parte final del campeonato para ayudar con su notable jerarquía, además de una explosiva dupla con Páez, recalcó además que “es una revancha porque en la final contra Argentino se nos escapó a nosotros y nos quedó esa cuenta pendiente y hoy (por ayer) pudimos cumplir con la gente de Ticino y regalarle el título”.

Y, por último, dio los fundamentos del campeón: “Muchos dicen que el fútbol no tiene lógica, pero en algún momento sí lo tiene porque el que juega mejor a la larga gana y por eso creo que fuimos un justo campeón”.

 

Manzanares

 

Otro que demostró su felicidad fue Joel Manzanares quien junto a Lucas Damiani llegaron para el Clausura y brindaron su notable nivel para ayudar a Ticino a lograr el título. Por lo que, el ex-Española indicó: “Ticino me abrió las puertas y le agradezco a Dios y a todos los que confiaron en mí en poder ayudar a lograr esta alegría”.

“Es mi primer título por eso estoy muy contento de estar acá y de poder compartir este festejo con todo el equipo porque además de muy buenos jugadores son excelentes personas”, agregó y cerró “somos los campeones porque demostramos que fuimos los mejores, jugamos bien al fútbol y estás cosas se ganan de esa manera”.