Fechorías por doquier consumaron los ladrones durante las madrugadas de ayer y del domingo pasado en distintos puntos de Villa María y, pese a que algunos de los involucrados aún están libres, la Policía logró aprehender a siete individuos, la mayoría adolescentes, informó la Unidad Departamental San Martín.

Entre los lugares que “visitaron” los furtivos se encuentran un restobar del sector céntrico y uno de los paradores ubicados en la costanera.

 

En un restobar

 

Uno de los locales elegidos por los cacos fue el situado en la esquina de Entre Ríos y Mitre, frente a la plaza Independencia y en proximidades del Palacio Municipal, denominado “Tercer Tiempo”.

Al respecto, la Policía dio cuenta de que hasta allí llegaron al menos dos desconocidos, quienes durante la madrugada de ayer forzaron una de las puertas laterales del negocio y ganaron el interior del mismo.

Se estimó que el robo fue perpetrado alrededor de las 5 y los malvivientes se apoderaron de tres computadoras, aunque también provocaron daños en la cocina e incluso habrían tomado algunas bebidas antes de darse a la fuga.

Asimismo, se indicó que los desconocidos intentaron apoderarse del dinero que estaba guardado en la caja registradora, aunque desistieron del cometido porque no pudieron abrirla.

 

En un parador

 

De igual manera, pero durante la madrugada del pasado domingo, una patrulla policial observó la presencia de cuatro individuos en el sector del quincho del parador costero “Me Matan Limón”, situado en avenida del Libertador y calle Alfonsina Storni, en barrio Santa Ana. En este caso los agentes policiales “pescaron” a los bandidos en el preciso momento que estaban sustrayendo mercadería que se encontraba almacenada en el interior del quincho.

Por este motivo, cuatro menores de 16 años, 15 y dos de 14 fueron trasladados a la sede policial en calidad de supuestos autores del delito de “hurto en flagrancia”.

En todos los casos, los adolescentes fueron puestos a disposición del Juzgado de Menores, a la vez que se labraron las actuaciones correspondientes.

 

A una prostituta

 

Otro sujeto, en tanto, fue apresado por la Policía tras ser acusado por una trabajadora sexual de haberle robado sus pertenencias.

Al respecto, la mujer denunció que su ocasional cliente, tras haberle prestado sus servicios, le pidió que se bajara a empujar el auto que supuestamente no arrancaba, pero cuando lo hizo puso en marcha el vehículo y se alejó raudamente llevándose sus pertenencias, entre ellas su cartera.

Poco después, la Policía montó un operativo cerrojo que dio resultado positivo cuando, en barrio Botta, logró hallar al ladrón, al mismo tiempo que secuestró el vehículo y la cartera y el teléfono celular de la mujer.

 

En la vía pública

 

La serie de ilícitos contra la propiedad también comprende un episodio ocurrido durante el atardecer del pasado domingo, cuando dos cacos que habían sustraído un compresor de aire fueron detenidos por los uniformados.

En este caso los arrestados son dos jóvenes de 20 y 23 años, que se movilizaban en una moto Guerrero negra, quienes se habían apoderado del mencionado equipo que estaba en una pick up Chevrolet S10, la cual se hallaba estacionada en inmediaciones del paso a nivel de calle Tucumán, frente al edificio del Instituto Rivadavia.

No obstante, cuando los delincuentes se percataron de la presencia del móvil policial escaparon del lugar, aunque ambos fueron interceptados en Mercedarios y Traful, en barrio Los Olmos de Villa María, desde donde fueron trasladados a una dependencia policial como presuntos autores del delito de “hurto en flagrancia”.

 

Otro detenido

 

Muy cerca del lugar donde fueron aprehendidos los jóvenes cacos antes mencionados, la Policía detuvo dos horas antes a un individuo de 43 años acusado como supuesto autor de “desobediencia y resistencia a la autoridad” y “violación a la Ley Nacional 23.737” (ley de drogas).

Todo se inició cuando los agentes de una patrulla observaron en la intersección de Porfirio Seppey y Mercedarios, también en barrio Los Olmos, un automóvil que se desplazaba en actitud sospechosa.

Tras ser interceptado el rodado, los uniformados aprehendieron a su conductor por los delitos antes mencionados, a la vez que le secuestraron el Volkswagen Gol que manejaba y una mochila en cuyo interior guardaba 10 botellas de medio litro de éter cada una y otras dos botellas de un litro y medio del mismo compuesto.