De acuerdo a los datos otorgados por la secretaria de esa área del municipio, un solo supermercado está permitiendo el pago de mercadería con la tarjeta social que corresponde a un programa nacional que depende de la Provincia.

Verónica Vivó explicó: “Nosotros receptamos los reclamos de los beneficiarios por los medios de comunicación, pero queremos hacerles saber que no es falta de voluntad de la Municipalidad, sino del Gobierno provincial”.

Aunque advierte que es real que en Villa María sólo está recibiendo el supermercado “Vea” porque, según les comentaron las autoridades del “Top”, se cansaron de esperar la contribución por las compras realizadas bajo ese plástico. 

De acuerdo a su relato de los hechos, el Programa Nacional de Seguridad Alimentaria proviene, en sus orígenes, de la Nación que acuerda con cada provincia un monto que le envía todos los meses. Pero que sería desde el Ministerio de Seguridad Social de Córdoba donde no planifican correctamente la ejecución del mismo.

“La Nación se hace cargo de 42 pesos por tarjeta que emite y Córdoba aporta otros 10 pesos, es decir, que por mes, cada familia amparada por el programa recibe 52 pesos. Es una suma muy baja, casi simbólica”.

Según señala la funcionaria, otras provincias arreglaron con el Gobierno nacional para otorgar otros montos, pero “Córdoba no tiene voluntad de diálogo ni se interesa por este tipo de políticas”.

De hecho, la idea era que durante 2013 el dinero cargado en las tarjetas fuera en una primera etapa de 80 pesos y luego, de 100 pesos, como ya ocurre en otros puntos del país.

Ante esta situación, desde el municipio se comunicaron con el Ministerio de Seguridad Social de la Nación solicitando ejecutar directamente ellos el plan, pero desde allí adujeron que aguardan un convenio con el Gobierno de José Manuel de La Sota porque es mucho más simple y concreto repartir entre las provincias.

Vale aclarar que sólo en Córdoba hay emitidas 90 mil tarjetas sociales, es decir, que hay un gran número de personas que cuenta con esta ayuda.

La gente eleva reclamos a los medios de comunicación para conocer su situación, porque desde el municipio tampoco saben darles respuestas. Lo único concreto es que todos los meses hay una habilitación por el período antes mencionado. 

Luego depende de la buena voluntad de los supermercadistas que ya no están dispuestos a emprender el riesgo de no poder cobrar.  

 

El supuesto desorden provincial

 

Otro problema que se suma al bajo subsidio es que “la falta de organización hace que la gente nunca sepa con exactitud cuándo puede utilizar la tarjeta, por ejemplo, en estos días está habilitada, porque nos avisaron a la Secretaría el viernes 27 que a partir del lunes 30 de diciembre podrían emplearla”.

A raíz de esto, quienes perciben el programa casi nunca llegan a efectuar las compras porque la habilitación es de 15 días todos los meses, pero no se indica cuándo comienza y termina ese período. 

La mayor dificultad es que los que no utilizaron un mes la tarjeta, tampoco tienen la posibilidad de sumarlo como un saldo a favor porque “automáticamente se bloquea la tarjeta y el dinero vuelve a las arcas de la Provincia”. 

Respecto a la inscripción para ser beneficiarios se debe presentar en el municipio local el Documento Nacional de Identidad (DNI) de todos los miembros de la familia y luego, desde la Secretaría se realiza un informe social y económico. 

Luego envían toda la documentación al Ministerio provincial, donde se autorizan las altas y bajas. Pero según se explaya Vivó, “nosotros tramitamos algunas tarjetas hace cuatro meses y aún no les dieron el alta, incluso hay más demora para darlas de baja”.

Cabe mencionar que este apoyo sólo puede ser percibido por desocupados, subocupados o empleados que no se encuentran en regla (en negro). Está prohibida la percepción para trabajadores en blanco y jubilados.

Allí, entonces, se le planteó a la secretaria que podría ser un buen indicador para estimar el trabajo en negro en la ciudad y cerró: “Son muy pocos los inscriptos en Villa María por las irregularidades del programa, es sólo una ayuda más. Pero nosotros hemos conformado un padrón para hacerles un seguimiento”.