Y el baile en el Club de Abuelos José Manuel Estrado sigue al compás del tamboril o de la política, según creen algunos socios de años.
Hubo elecciones, la Lista 2 liderada por mujeres se impuso en la asamblea pero, como dice el tango, “hay heridas que no cierran y sangran todavía”.
Los que perdieron la elección sostienen, por lo bajo, que hubo ciertas cuestiones “poco transparentes” y que la política metió la cola.
Una fuente de la boleta 1 que terminó derrotada por 80 votos a 58, manifestó que el interventor Enrique Gómez “jugó abiertamente a favor de la Lista 2”.
Las cosas no fueron fáciles en los últimos tiempos para la entidad ubicada en calle Salta al 1500. Denuncias, cruces y malestar estuvieron a la orden del día durante 2013.
El año terminó con la asamblea de elección de autoridades que tuvo lugar el pasado 30 de diciembre.
La boleta ganadora, presidida por María Cristina Machado, se mostró con muchas expectativas y deseos de hacer cosas.
Así lo expresaron en una nota con EL DIARIO publicada días atrás.
“Nosotros tenemos muchas propuestas, pero tenemos mucho interés en que se cumpla lo que establece el estatuto, es decir que su actividad principal es la educativa y cultural”. En esos tres ejes giraron las ideas que los llevaron a ganar manifestaron las flamantes autoridades.
En la mencionada entrevista, Machado aseguró que “van a volver rápidamente los bailes, porque los abuelos los piden y porque entendemos que es un lugar de encuentro para todos ellos, pero además queremos brindarles otras actividades, por ejemplo, que tengan un cámping, una pileta, organizar viajes, hacer un café para que puedan compartir con sus amigos. En fin, que esté abierto de lunes a lunes el club”.
Más allá de las intenciones planteadas por los vencedores, muchas cuestiones están sin resolver en la convivencia de la entidad.
“Detrás de los barrotes”
“La Lista 1 fue exhibida tapada por un barrote, mientras que la 2 se veía perfectamente”, señaló uno de los antiguos socios de la institución.
No es el único reclamo que circula entre los que frecuentan la sede de calle Salta.
Los rumores escuchados sindican al interventor como un hombre emparentado con un conocido político que habría actuado con cierto favoritismo hacia los ganadores. Eso murmuran.
“El interventor jugó abiertamente para la Lista 2, la mayoría de sus integrantes no iban al club, estamos seguros que la política estuvo metida”, señaló nuestro interlocutor.
La institución fue intervenida el año pasado después de una serie de denuncias realizadas por Miguel Quinteros, el socio que encabezó la Lista 1.
Los simpatizantes de la boleta perdedora creen que no tuvieron igualdad de oportunidades y afirman que “ni siquiera los dejaron presentar sus propuestas en las reuniones informativas”.
Parece ser, según los comentarios, que recién el 7 de diciembre se enteraron de que podían participar de la elección”.
Es que una resolución de personerías jurídicas provincial le impedía a los denunciantes postularse para algún cargo.
De alto voltaje
La temperatura fue subiendo durante los últimos meses de 2013. Entre cruces de palabras y reclamos por la tarea desarrollada por Gómez se fue cocinando la normalización de la institución.
Conformaron un padrón con 213 socios y llegó el día de las elecciones con voto secreto.
Los integrantes de la Lista 1 no se quedaron satisfechos y la sangre entró en ebullición y el alto voltaje no fue apaciguado por los fuegos artificiales del nuevo año.
Entre las quejas que lanzaron al aire señalaron que “la asamblea debía cerrarse a las 19, pero que eran las 21 y seguía llegando gente”.
“Traían a la gente a votar, iban y venían los remises, era demasiado evidente”, explicó uno de los socios afín con los perdedores.
Es inevitable preguntarse por qué tanta pelea por manejar una institución que está destinada al bien social y principalmente de los abuelos.
Será falso o verdadero que la política metió la cola.
Veremos. Por ahora, todo hace suponer que la convivencia no será fácil. Las heridas siguen abiertas y sangrando.