En la jornada de ayer, bajo el título “Catarata de demandas”, este matutino publicó un comunicado redactado por los tribunos de Cuentas José Naselli, del Partido Villamariense, y Francisco Maristany, de la Unión Cívica Radical (UCR).
Molestos por dichas declaraciones, desde la Municipalidad de Villa María decidieron responder por la misma vía y lo hicieron con un escrito que refleja lo siquiente:
“La Municipalidad de Villa María hace saber en relación a lo expresado por los tribunos de Cuentas José Naselli y Francisco Gustavo Maristany sobre el denominado “impuesto a la valija”, que estos señores reclaman en el aire mediático y lanzan predicciones, pero nunca aciertan sus conjuros porque sus versiones nada tienen que ver con la realidad.
El intento descarado por hacer parecer una acción del Gobierno municipal como mala choca permanentemente contra una realidad de la que ellos no quieren ser parte y nunca podrían serlo porque son autómatas de la involución y el decrecimiento.
La pregunta sería si ellos, en el ejercicio fiscal de sus funciones, no hubieran hecho lo que manda la Carta Orgánica Municipal (COM) y la Ordenanza General Impositiva (OGI). Precisamente, la OGI, que fue aplicada para el cobro de estos tributos, fue aprobada en pleno ejercicio del Gobierno radical del año 1992 y, justamente, fue un proyecto del Ejecutivo de ese año.
Por este motivo, eso resulta incoherente y a todas luces, una artimaña política las declaraciones de ambos tribunos, ya que lo que se cobró se hizo aplicando la legislación vigente y, luego de varios años, la deuda cobrada devino no determinable como deuda a partir de un giro de criterio del Tribunal Superior de Justicia (TSJ) provincial.
Seguramente, los tribunos opositores son proclives a beneficiar a las empresas extrañas a la ciudad, en desmedro de los comercios e industrias que mes a mes pagan sus tasas en Villa María. Quizás si ellos gobernaran, estas grandes empresas que usufructúan comercialmente en la ciudad y ganan grandes sumas de dinero tendrían la mirada cómplice de Naselli y Maristany.
Defendemos el comercio local, la industria local, la generación de empleo local y tratamos de cobrar lo que manda la Ordenanza General Impositiva a aquellos que sólo vienen desde afuera a ganar dinero, sin dejarle nada a la ciudad.
Por ello, no se entiende la postura de los tribunos opositores en cuanto implica una competencia desleal entre el comercio local y el que viene de afuera. No se entiende que pateen en contra del propio lugar donde viven.
El municipio no es responsable del cambio de criterio del máximo órgano de Justicia provincial, por lo que más allá de lo que digan los tribunos que siempre se oponen, el municipio actuó conforme a lo que debía hacer dentro del marco legal establecido. Asimismo, parece irrisorio leer acerca de “pésima gestión económica”, cuando fue este equipo de gobierno el que sacó adelante a la ciudad luego de la debacle del 99.
Entonces, hay que hablar claro, quienes no desempeñan éticamente sus funciones son los propios tribunos opositores, que defienden intereses contrarios a los de la propia comunidad villamariense.
La ciudad sabe quiénes son y frecuentemente se lo recuerda en las urnas”.