El trabajador de la Fábrica Militar de Pólvoras y Explosivos (FMPE) que fue detenido el pasado fin de semana con ocho litros de éter etílico en su poder, negó ayer el hecho que se le atribuye y luego se abstuvo de seguir declarando, al ser indagado por el juez federal de Villa María, Roque Ramón Rebak.
Se trata del operario Héctor Fabián Sosa, quien fue imputado como presunto autor de “transporte de materias primas destinadas a la producción de estupefacientes”, un delito federal que es reprimido con prisión de cuatro a 15 años.
Sosa, de 43 años y domiciliado en calle Aconquija sin número, en barrio Los Olmos de esta ciudad, compareció ante el juez Rebak, el secretario penal Eduardo Caeiro y el prosecretario penal Facundo Sadi y lo hizo asistido legalmente por el abogado local Lisandro Caronni, quien en ese mismo acto asumió formalmente la Defensa.
Según informó a EL DIARIO el propio letrado, su cliente negó la acusación que se le endilga y de inmediato, siguiendo sus instrucciones, hizo uso del derecho constitucional que le permite abstenerse de declarar, sin que ello sea interpretado como una presunción de culpabilidad.
Caronni agregó que Sosa “dio su versión de los hechos en cuanto a la detención” practicada por personal de la Unidad Departamental General San Martín y sostuvo que “no se escapó ni se resistió al arresto”, tal como lo informó oficialmente la Policía a través de un comunicado de prensa difundido el lunes.
La medida judicial no demandó más de media hora y una vez concluida, el juez Rebak ordenó el traslado del detenido al Establecimiento Penitenciario Nº 5, donde continuará detenido hasta que resuelva su situación procesal.
Tal como lo informó este matutino en su edición del pasado martes, Sosa fue apresado cuando circulaba a bordo de un automóvil Volkswagen Gol en el que transportaba ocho litros de éter etílico, distribuidos en 12 botellas plásticas de gaseosas, 10 de ellas de 500 centímetros cúbicos y las dos restantes de un litro y medio cada una.
Concluido el acto, el juez Rebak ordenó la realización de una pericia química a los efectos de determinar fehacientemente las características químicas del líquido secuestrado.
Héctor Sosa trabaja en la Fábrica Militar desde hace ocho años y no registra antecedentes penales computables, aunque tiene una causa abierta en 2012 en la Justicia provincial por un hecho de “encubrimiento” que se encuentra en etapa de investigación.
Ante esta situación, el abogado defensor adelantó a EL DIARIO que hoy presentará un escrito en el Juzgado Federal para solicitar la excarcelación de su cliente y se mostró optimista en que pueda ser liberado en los próximos días, más allá de la continuidad de la causa penal que se le atribuye.
Caronni señaló que no está probado que Sosa haya utilizado el compuesto químico secuestrado para la producción de estupefacientes y sobre el particular, recordó que el éter etílico también tiene usos medicinales e industriales.
No obstante, el operario está acusado de haber infringido el artículo 5º, inciso “c”, de la Ley Federal de Estupefacientes Nº 23.737, que establece que “será reprimido con reclusión o prisión de cuatro a 15 años y multa, el que sin autorización o con destino ilegítimo (...) comercie con estupefacientes o materias primas para su producción o fabricación o las tenga con fines de comercialización, o las distribuya, o las dé en pago, o las almacene o transporte”.
Por lo pronto, la Justicia Federal deberá profundizar la investigación para tratar de determinar si el éter incautado fue sustraído de la Fábrica Militar villamariense y con qué finalidad era transportado por Sosa en su vehículo particular.