El sostenido reclamo de los vecinos de la calle Lisandro de la Torre al 400 fue finalmente escuchado por la Justicia que ordenó parar la obra de instalación de una antena de telefonía celular dentro del radio céntrico de la ciudad.
La medida fue firmada por el juez de Primera Instancia, Civil, Comercial y de Familia de Villa María, Fernando Martín Flores, quien dispuso frenar el proyecto de instalación de dicho dispositivo en la azotea del inmueble Nicodemus 2, y que causaba tanto temor entre los habitantes del sector, habida cuenta de los daños en la salud que provocaría.
En un documento fechado el pasado 18 de diciembre de 2013, el magistrado resolvió: “Ordenar la inmediata paralización de todas la obras que se encuentren realizando o estén a punto de realizarse en la azotea o terraza del inmueble sito en calle Lisandro de la Torre 445 de esta ciudad (edificio Nicodemus 2), que tengan por objeto la construcción y/o ampliación de las bases para la instalación de una antena de telefonía celular y/o la colocación de esta última, su estructura, equipos, conexiones y/o puesta en marcha de la antena; en suma, la suspensión de toda obra tendiente a la instalación de una antena de telefonía y su puesta en funcionamiento”, especifica, textualmente el fallo.
En el mismo texto, Flores ordenó “establecer el precintado con faja de seguridad de la puerta de acceso a la estructura de hierro” que da acceso a la obra y autoriza “el empleo de la fuerza pública” en caso de ser necesario a la hora de dar cumplimiento a lo dispuesto en la resolución mencionada.
Alarma y movilización
Desde hacía varios meses, un nutrido grupo de habitantes del sector comprendido entre las calles Lisandro de la Torre; José Ingenieros y Chile, desde el 300 al 500, y La Rioja y Salta, entre el 1200 y 1400, manifestaban alarmados que en ese sector se pretendía instalar una antena de telefonía celular, más exactamente, sobre la terraza del edificio Nicodemus 2, lo que causaría serios daños ambientales y en la salud de los residentes próximos.
Entre esos daños, los vecinos señalaban los que surgen de una investigación publicada ya a fines de la década del 1970 por el Medical Journal of Epidemiology, donde se daba cuenta de “la posible relación entre la exposición a campos electromagnéticos y el cáncer infantil”.
Estos efectos fueron más tarde, con el correr de los años, corroborados por diversos estudios entre los que se cuentan los del ingeniero villamariense Néstor Mata.
Pero la sólo alarma no era suficiente, por lo que los vecinos decidieron reunirse y tomar acciones concretas para enfrentar el problema y tratar de darle una solución.
Así fue como en junio del año pasado comenzaron con presentaciones en diversos organismos oficiales.
Así, realizaron presentaciones en la Municipalidad, el ERSEP y la propia Justicia.
Y fueron encontrando eco en cada una de estas instancias, desde donde hubo pronunciamientos sobre el particular, a pesar de los cuales, la obra, aparentemente, se mantenía en pie.
Finalmente, el Juzgado de Primera Instancia emitió su veredicto en el caso y los vecinos consiguieron que la instalación de la antena no se efectivizara.
Cabe consignar que el hecho sienta un precedente tanto social como jurídico en este asunto tan delicado que mantuvo en vilo a los vecinos del mencionado sector, que no es el único en el radio urbano supuestamente afectado por la existencia de una antena de telefonía móvil. Podría cundir el ejemplo.