Leonela López es una joven de 24 años que tiene cinco hijos, tres de los cuales padecen artrogriposis distal, que no es una enfermedad, sino un síndrome clínico que se da con poca frecuencia y afecta a uno de cada tres mil nacimientos. Se caracteriza por la presencia de contracturas congénitas que afectan varias articulaciones, sobre todo los miembros. De hecho, los dos mayores que padecen el cuadro fueron intervenidos en sus piernas para mejorar su calidad de vida.
Según le informaron los profesionales del Hospital Pasteur, ella debía recurrir a una genetista porque era hereditario y así lo corroboró. “En Córdoba, esta especialista me dijo que el 50% de los hijos que yo tenga pueden nacer con esta enfermedad. La llevo yo en la sangre porque mis chicos son de distintos padres y la tienen, además dos de los hermanitos son completamente sanos”.
En este contexto, Leonela habita un pequeño cuarto que simula una casa. Allí vive con los cinco niños y su pareja.
Consta de un monoambiente donde han colocado una cama grande, un televisor y una cucheta, “pero como una de mis nenas tiene epilepsia no puede dormir arriba así que la tengo que dejar en el piso y la bebé duerme con nosotros porque tiene, además, un trastorno de deglución que le provocó desnutrición”, comentó Leonela.
La cocina se encuentra en el patio, al aire libre, al igual que la mesa con las sillas donde se alimentan diariamente. El baño, en tanto, está apartado y no poseen servicio de agua potable, sino que improvisaron una conexión con mangueras junto a una vecina. Tampoco tienen gas natural, sólo luz.
Básicamente, lo que solicita es ayuda del municipio para tener un hogar propio porque ocasionalmente se encuentra en esta vivienda, porque el alquiler es accesible (600 pesos al mes), ubicada en la calle San Luis al 500 de Villa Nueva.
Ese es uno de sus mayores inconvenientes. Ella nació, se crió y tiene su familia en Villa María, por eso recurrió al municipio, pero desde allí le negaron la posibilidad de tener la casa porque “ellos dicen que yo vivo en Villa Nueva, pero mis hijos están anotados allá, yo estoy por un tiempo acá. Además, me dijeron que vaya a vivir al fondo de la casa que le dieron a mi mamá hace dos años, pero ella está criando a ocho de mis hermanos, es imposible”.
Ante la negación en Villa María, recurrió a la municipalidad de la vecina localidad: “Me dijeron que ellos tienen menos presupuesto todavía que Accastello, aunque me mandaron una asistente social que sacó unas fotos y no volvieron más. En el otro municipio me prometieron, al menos, enviarme a la trabajadora social y nunca vino”.
Admite que ella fue beneficiaria de un plan de la Secretaría de Desarrollo Social villamariense, por medio del cual le otorgaron mobiliario como mesas, sillas y camas, pero no tiene lugar para armarlas.
No sólo se resigna a vivir con las asignaciones familiares de sus hijos y reclamar una vivienda, sino que también desea conseguir trabajo. Por cualquier colaboración o posibilidad de empleo, se pueden comunicar con Leonela López al 154245395.
