Hacía poco que caminábamos en tiempos de democracia recuperada. Los conflictos amenazaban al Gobierno y los militares aún conservaban un poder real que, cada tanto, ponía en evidencia con sus asonadas. 

En la provincia de Córdoba se desarrollaba la campaña electoral en vista de las elecciones de convencionales constituyentes que reformarían la Constitución provincial.

A pocos días de los comicios, que tendrían lugar el 14 de diciembre de 1986, Carlos Saúl Menem, entonces gobernador riojano que ya se declaraba presidenciable, visitó la vecina Villa Nueva como parte de la campaña del sector interno del peronismo denominado Federalismo y Liberación y  fue declarado Ciudadano de Honor por el intendente municipal, el radical Carlos Zanotti.

 

Acto en el Parque
 

La llegada del peronista que años después presidiría la Nación, tuvo lugar el domingo 7 de diciembre. Su presencia fue gestionada por el comando electoral del PJ de Villa Nueva que apoyaba la lista N° 2. Entre quienes trabajaban por esa opción justicialista estaban José Torres, Carlos Pizzorno, Mario Valenti  y César Verderone. 

Según la crónica periodística de EL DIARIO, no fueron más de 300 las personas que se juntaron a escuchar al riojano que, por entonces, tenía una importante participación en la interna peronista, donde pujaban diferentes grupos entre los cuales estaba el sector de los renovadores, al cual él había pertenecido y había sido alejado luego del Congreso de la Unidad Peronista desarrollado en la ciudad de Tucumán. 

Al final, ese congreso no fue de tanta unidad, pues se retiraron los renovadores y el sector del peronismo revolucionario. Menem se quedó junto a los ortodoxos, entonces los renovadores no lo quisieron más en sus filas. 

Recordemos que en este sector militaban Antonio Cafiero, Carlos Grosso, José Luis Manzano, José Manuel de la Sota, Roberto García y Héctor Maya.

El referido acto, organizado por el Partido Justicialista de Villa Nueva, tuvo lugar en el Parque Hipólito Yrigoyen. Según la crónica periodística de esos días, el riojano de anchas patillas llegó con una hora de atraso al palco donde compartió escenario con figuras del peronismo de esta zona. Entonces lo acompañaron candidatos a convencionales constituyentes entre los que estaban Leonor de Alarcia, Carlos Tagle Achával y el villamariense Carlos Figueroa. También compartieron esa tribuna Roberto García, José Oscar Duarte, Hugo Bruno y Carlos Durán, delegado del interventor Alberto Serú García en el justicialismo del Departamento San Martín.

Durán recientemente había accedido a ese puesto remplazando a Horacio Domínguez y estuvo en el cargo durante apenas 32 días. Luego de los comicios para constituyentes, realizados el 14 de diciembre, anunció la renuncia que hizo efectiva el 27 de diciembre, cuando Julio Mera Figueroa fuera designado interventor provincial del PJ. En su telegrama de renuncia, Durán aclaró que participaría de los comicios internos del partido, actividad que consideraba incompatible con su cargo de interventor departamental del partido.

 

Peronismo dividido
 

A esas elecciones el peronismo concurrió dividido: por una parte, la lista N° 2 con los candidatos bajo el paraguas del Partido Justicialista; por otra parte, los peronista llamados “renovadores” presentaban la lista N° 5, cuyo principal candidato a constituyente era el entonces diputado nacional José Manuel de la Sota, que en Villa Nueva apoyaba Reynaldo Navarro. 

De la Sota había armado una alianza con la democracia Cristiana y Unión Popular, constituyendo el frente “Justicia, Democracia y Participación”. Otros nombres que aparecían entre los apoyos de De la Sota en esta zona eran Ricardo Zayas, Luis Santoni, Javier Sosa, Ricardo Pereyra, Leo Ambrosino, de Arroyo Cabral, y Carlos Sicchar Valdez, de Tío Pujio.

También debemos recordar que un sector del peronismo regional como Pueblo Peronista propiciaba el voto en blanco. La lista de candidatos a convencionales del PJ se organizó sin mucha prolijidad, pues fueron propuestos nombres de dirigentes que no habían prestado consentimiento. 

Varios candidatos rechazaron su inclusión, entre ellos Carlos Pizzorno, que figuraba en el puesto decimoséptimo de la lista. El vigésimo primer lugar de esa lista, encabezada por Carlos Tagle Achával, fue para el candidato villamariense Carlos Figueroa, dirigente del Frente Departamental Peronista alineado con Raúl Bercovich Rodríguez. Figueroa era un hombre que en las elecciones internas del partido de 1972 había apoyado a Obregón Cano y  Atilio López, a diferencia de Carlos Pizzorno, que había estado del lado del ortodoxo Julio Antún y Alejo Simó, que tildaban a sus contrincantes internos como la “trenza liberal marxista”. En el sector de Antún estaba Raúl Bercovich Rodríguez, que luego de un acercamiento a Obregón Cano, fue ministro de Acción Social del Gobierno provincial que éste lideró.

 

Oposición a la Ley de Punto Final

 

Cerca de las elecciones para constitucionalista, en 1986, Menem comenzó a hablar en el acto; era una tarde en la cual lloviznaba sobre ese Parque que lleva el nombre del gran líder del radicalismo. Por entonces, la UCR se debatía en grandes discusiones internas y a nivel nacional enfrentaba el tratamiento de la controvertida Ley de Punto Final, para lo cual el peronismo prestó quórum en el parlamento. Ese domingo la llovizna no suspendió el acto y los presentes pudieron escuchar la larga alocución del gobernador riojano. Según escribió un cronista de EL DIARIO, en aquel acto no sonaron los bombos.  Menem apoyó la lista ortodoxa, dijo que para los peronistas  había “una sola lista, que es la Nº 2”; a la vez, aclaró “nunca compartiré una tribuna para insultar o agraviar a un compañero o un adversario, porque la política no necesita del agravio ni del insulto”, en clara alusión a De la Sota. Al referirse a la reforma constitucional en Córdoba, pidió que “se incorporen los derechos humanos a la nueva Constitución y los instrumentos legales necesarios para la defensa de esos derechos y que no nos ocurra nunca más lo que sucedió a partir de 1976”. 

También se manifestó en contra del proyecto de la Ley de Punto Final que planteaba un límite de tiempo para poder iniciar causas judiciales a quienes habían cometido delitos durante la dictadura cívico-militar desaparecedora de personas. Menem señaló que de aprobarse ese proyecto, no habría justicia ni paz y “los hijos seguirán buscando a sus padres” para luego señalar que de convertirse en ley el proyecto, pidió que el punto final se extendiera “a todos los sectores de la sociedad”. 

En relación a la ortodoxia y la renovación en el partido, señaló que él era justicialista.  Días después de ese acto, Menem, que ya había estado en Marcos Juárez, concurrió a la localidad de Pozo del Molle, donde habló ante más de mil personas en la plaza Mitre de esa localidad.

Con el tiempo, Menem llegaría a la Presidencia de la Nación y firmaría decretos indultando a integrantes del Gobierno de la dictadura desaparecedora de personas.