Alguna vez decidimos hacer de Villa María y Villa Nueva nuestro escenario de vida.
Y ha sido en esta “patria chica”, cada vez más grande y profunda, donde nos cruzamos a diario en el ir y venir, en el partir y volver.
Sin embargo, aquí, en estas dos “Villas” donde convergen las coordenadas geográficas del país, permanece y se agrava un problema histórico que afecta la convivencia social y, por ello, la paz de las familias, como así también la vida de cada uno de sus habitantes.
El flagelo de los accidentes de tránsito, que nos tortura la existencia una y otra vez en este lugar que elegimos para ser y estar, es responsable de que, el año pasado, el 15% de su población haya sido protagonista de este drama.
EL DIARIO, que “es de la gente”, desea cooperar para plantear el problema sobre datos fehacientes y objetivos, para lo cual pone en manos de sus lectores, a partir de hoy, ocho entregas (los lunes y los jueves) que comprenden un informe de investigación, de carácter descriptivo y de estilo periodístico, acerca de los accidentes de tránsito en Villa María y Villa Nueva durante 2013.
El objetivo principal de esta producción, que responde a las pautas metodológicas de las Ciencias Sociales, procura humildemente contribuir a la elaboración del marco teórico que coadyuvará, como demanda y exige la responsabilidad social, a la concreción de un diagnóstico que nos permita tomar conciencia de la gravedad del problema, a reconocer sus variables y, como consecuencia, a asumir en forma conjunta el compromiso de lograr o, cuanto menos ensayar, una solución.
Estas páginas reflejan un intento, porque de algo estamos seguros: todos deseamos desarrollar una interrelación verdadera que no sea agredida por la indiferencia.
La propuesta, entonces, se ciñe al desafío de que este escenario que transitamos a diario no sea un mero espacio donde cada uno vive su vida, sino un lugar donde convivimos todos.