El ginecólogo Néstor Garello recomendó a las mujeres "no tener temor ante la palabra cáncer" y resaltó la importancia que tiene la prevención y el conocimiento de la enfermedad.
El mencionado profesional habló el sábado por la noche ante más de un centenar de personas, en una cena en su honor que se sirvió en el club Rivadavia.
"No hay que temer al cáncer ni ponerse a pensar por qué me tocó a mí", subrayó, "por el contrario hay que trabajar sobre la realidad. Hoy en día tenemos solución para este problema. Lo importante es cómo enfrentar la situación".
Tras recordar que los cánceres más frecuentes en la mujer occidental son el de mama y luego el de cuello de útero, resaltó "la importancia de la prevención a través del control periódico (para llegar antes al diagnóstico) y el conocimiento de la enfermedad".
Asimismo, aclaró que "el control que hacemos no es una garantía ni un seguro, los médicos no hacemos milagros y además podemos equivocarnos, pero cuanto más estudiemos menos nos equivocaremos".
En el mismo sentido, recurrió a una comparación con la vestimenta: "Los tratamientos de que disponemos son como los trajes, pero no hay tratamientos standard para esta enfermedad. Son tratamientos a medida. Digo esto porque hay mujeres que llegan a la consulta y quieren que las opere inmediatamente, y no es así. Primero están los exámenes, los estudios, para decidir el procedimiento específico. Además, una cirugía más grande no significa necesariamente que el caso sea más grave".
Recordó que "las pacientes pueden ayudar mucho, si vienen a la consulta bien paradas, enfrentando el problema con valentía".
Garello concurrió a la cena en su honor con Arturo Bottino y Roberto Valfré, dos de sus médicos colaboradores, y los tres con sus esposas.
Dos pacientes hicieron llegar sendas cartas de agradecimiento que fueron leídas al público por Héctor Cavagliato, quien ofició de maestro de ceremonias. En una de las misivas, firmada por Marcela Russo, se elogió la "capacidad y el amor a la profesión" y la disposición de Garello para tratar a las pacientes "sin alarmarlas".
En la otra nota, se agradeció en nombre de todas las pacientes de la región "su manera cariñosa y amable de atendernos".
El médico cordobés agradeció lo que consideró "un inmerecido homenaje" y les pidió a las mujeres presentes que "no sientan la necesidad de agradecer, porque el agradecimiento es tácito cuando se trabaja con amor".
Haciendo alusión a su historia personal, Garello dio un mensaje esperanzador: "Se puede progresar aún viniendo de muy abajo, como es mi caso. El tren pasa, y hay que subirse, aunque sea en el vagón de cola". El médico que hoy preside la Federación de Especialistas en Ginecología de la Argentina recordó que se crió en el campo y que "desde muy niño quise ser doctor, aunque lo único que conocía era de vacas, caballos y chanchos".
El profesional agradeció especialmente a Griselda Hoc y Norma Poncio, dos pacientes que organizaron la fiesta en su honor.
Garello y sus allegados dialogaron extensamente con el público, se tomaron fotos con sus pacientes y culminaron la velada bailando.
Al darse a conocer su biografía, se resaltó que Garello se considera discípulo de René del Castillo.
Actualmente es profesor adjunto en la Universidad Nacional de Córdoba.
En el año 1989 rindió su tesis doctoral sobre "Indicadores de hormonodependencia en cáncer de mama", con la que obtuvo la calificación de sobresaliente y el premio a la mejor tesis doctoral del año.
Se ha formado también en centros de salud de Italia, España, Francia y Estados Unidos. Recientemente fue electo presidente de la Federación Argentina de Sociedades de Ginecología y Obstetricia.
Además representa a la Argentina hasta 2015 en la Federación Internacional de su disciplina.
El pasado año fue nombrado fellow del American College of Obstetricians and Gynecologists.
Fotografías: 1) Garello, sentado al centro, junto a colaboradores y organizadores de la fiesta en su honor
2) Las pacientes se tomaron numerosas fotos con el profesional