Escribe: Juan Manuel Gorno (enviado especial
“Sólo con fútbol podremos derribar un karma”. Esa frase seguramente habrá rondado por la cabeza de los jugadores de Alumni previo al pesado desafío de jugar en Mendoza capital, donde nunca había ganado dentro del Argentino A.
La premisa, a las claras, finalmente se expuso en una noche de luna llena. El equipo villamariense no sólo ganó; también se floreó contra Gimnasia para redondear un 5 a 2 magnífico, que cortó rachas adversas fuera de casa y, al mismo tiempo, sirvió para acortar distancia con los equipos que pelean la clasificación.
Con fútbol puro, sin apelar a recursos ilegales, Alumni jugó su mejor partido como visitante para sostener así una imagen muy positiva de algunos jugadores que pedían pista y del técnico, Marcelo Bonetto, quien se la jugó en cambios que surtieron efecto.
Facundo Basualdo y Alexander Lucero, sin lugar en partidos anteriores, esta vez fueron incluidos por el entrenador en un partido que necesitaba de sus velocidades para capitalizar la cantidad de grietas que tiene Gimnasia en su defensa. Y desde temprano, los dos jugadores le demostraron al DT que no estaba equivocado.
Es que, más allá que Gimnasia se puso arriba en el marcador a los 6 minutos, antes, a los 30 segundos, Basualdo tuvo una situación nítida tras una larga habilitación de Villagra, pero su disparo terminó con la pelota en el palo.
Detrás de esa jugada llegó el gol de Adrián Benito que desató la euforia del “lobo” y dejó algunas dudas en cuanto al arbitraje, puesto que los jugadores de Alumni protestaron una acción en la que Gimnasia supo sacar provecho, en tiro libre rápido para el volante que luego marcó con remate violento.
Sin embargo, el nerviosismo no llenó de dudas al equipo villamariense, que inmediatamente se adueñó de la pelota y, de ahí en más, hizo una demostración de potencial futbolístico por juego corto en el medio y dupla intratable adelante. De hecho, a los 12 minutos llegó el empate, cuando se juntaron Basualdo y Lucero. El primero recibió por derecha, se mandó hasta el fondo, se mandó un regate sobre la raya y tocó atrás. Y allí apareció el segundo, Lucero, quien no dudó en sacar el tiro cruzado, al palo más lejano del arquero.
Gimnasia creyó que allí se le venía el mundo encima y quiso reaccionar con arrebatos individuales, llevado casi siempre por las intermitencias de Horacio Anzorena. Y Alumni, que tenía estudiado el libreto, contrarrestó eso con la labor de recuperación del dúo Ariel Quiroga-Fernando Guzmán para mantener una presión interesante.
Claro que sirvió de mucho la practicidad que llegó promediando la primera etapa, justo cuando Matías Bolatti apareció por derecha, tras un tiro libre, y colocó la pelota al ángulo derecho del arco defendido por Gerardo Godoy para establecer el 2 a 1.
Revertida la historia, Alumni trató de cuidar la pelota y el “lobo” sólo inquietó con un tiro alejado de Anzorena que pasó besando el poste derecho de Julio Chiarini.
Sin respuestas, el local quiso buscar a lo guapo y se olvidó de defender, tanto que hasta Ariel Quiroga y Leandro Peñaloza mostraron sus ansias de anotar y empujaron un buen centro enviado por Villagra. Finalmente, aunque la jugada dejó dudas, el cinco se anotó el poroto, a los 47 minutos.
En el segundo tiempo, el equipo villamariense fue más cauto; intentó cerrar los espacios atrás y buscar de contragolpe. Pero hizo crecer de a poco al conjunto mendocino, que -con cambio de esquema y más delanteros- tuvo tres chances para descontar que dilapidó, una de las cuales terminó con un tiro en el travesaño.
Con algunos cambios, Bonetto corrigió al equipo, a tal punto que Sebastián Godoy, quien ingresó por un extenuado Guzmán, estuvo a punto de marcar cuando enfrentó mano a mano a Gerardo Godoy, quien finalmente ganó el duelo.
Por esos momentos la impotencia se adueñaba de los locales y la primera víctima de eso fue Anzorena, quien dio una tremenda patada de atrás y se ganó la roja merecidamente.
Tras esa acción, Gimnasia llegó al descuento por un penal dudoso, ya que Peñaloza la tocó con la mano sin intención, aunque con un gesto aparatoso que confundió al árbitro.
Guillermo Alvarez, recién ingresado en el “lobo”, la embocó desde los doce pasos y Gimnasia quiso hacer la heroica, empujado por su público.
Sin embargo, el defensor Sebastián Sánchez no tuvo mejor idea que golpear a José antes de un tiro libre, como para ganarse la expulsión sin chistar.
Con dos hombres de más, Alumni sacó mayor provecho de los espacios y liquidó el partido.
Basualdo, con una maniobra excelente (gambeta al arquero y toque al palo más lejano) terminó una jugada soberbia, que había nacido de un contragolpe de Lucero, tuvo un centro de Godoy, un yerro del propio Basualdo y una atajada de Gerardo Godoy sobre Aimar, todo junto.
Finalmente, Lucero completó la goleada, dejando atrás a un rival y colocando la pelota al segundo palo, como una frutilla del postre.

La figura

Facundo Basualdo y Alexander Lucero fueron una pesadilla total para la defensa de Gimnasia, tanto sea para desnivelar con gambetas largas o pisar el área con inteligencia y marcar. La rompieron.

El árbitro

Marcelo Aredondo tuvo un desempeño con dudas. Expulsó bien, pero antes se apresuró en mostrar amarillas, únicamente a los jugadores visitantes.

Golpe y susto de Yocca

A los 42 minutos del primer tiempo, el defensor Hugo Yocca saltó a cabecear una pelota junto a Peñaloza y Prieto y quedó golpeado, por lo que fue asistido. Pero, cuando iba a reingresar, se mareó, por lo que lo remplazó Fernando José, y fue trasladado a una clínica de Mendoza, donde se le realizó los estudios pertinentes.
Al cierre de esta edición y para llevar tranquilidad a la familia del jugador santiagueño, el técnico Marcelo Bonetto le comunicó a nuestro enviado que ya estaba bien, aunque iba a permanecer en el centro de salud por precaución, como es habitual en estos casos de golpes.