La confirmación de los hermanos Sachetto y de Marcelo Araya en Yrigoyen de Tío Pujio, cambió los planes en Unión Central, donde se los tenía en cuenta para afrontar el operativo retorno a la competencia del fútbol local.
Los dirigentes de Unión se reunirán esta noche para debatir sobre un posible regreso, aunque la situación se tornaba muy complicada hasta ayer.
El dirigente Gustavo Guzmán indicó que “Araya fue quien movilizó a padres de las inferiores para organizar algo y difundió por la ciudad que Unión volvía, por eso ahora que no está, lo nuestro se complica”.
“Nosotros dependíamos de su organización, sin embargo, no vino al club a hablar conmigo y el presidente (Ramón Gattario) se encontraba de vacaciones”, sostuvo Guzmán.
Araya dijo que “el tema se dilató mucho; nosotros quisimos armar algo lindo, pero no pude contactarme con el presidente y no podíamos seguir esperando”.
El panorama quedó complicado. Y si bien hay interés de algunos allegados al club por movilizar el retorno a la competencia, no alcanza.
“Nos llaman chicos, pero por ahora falta gente para trabajar, esa es la verdad, aunque vamos a esperar a una reunión que tendremos mañana (por hoy) para confirmar si participamos o no”, contó Guzmán.
El problema para Unión Central es que los tiempos se agotan y en la Liga Villamariense se analizará el próximo martes quiénes serán los clubes participantes.
Si Unión no vuelve, la competencia tendrá un club menos, habida cuenta de la partida de Juventud River de Ausonia, entidad que también adujo cuestiones económicas y falta de colaboradores para llevar adelante el proyecto en la próxima temporada.