Esta noche coronará la primera velada del Costanera Rock, Javier Calamaro. A continuación, se brinda una charla con EL DIARIO,

¿Cómo tenés planeado el show que brindarás en Villa María?

- Para mí un concierto es un acto espontáneo y visceral. Normalmente sólo planeo los shows cuando voy a presentar un disco o algo así, muy puntual. Pero es verano y el calor invita a rockear. De aquella noche en el Festival de Peñas (en 2007) a hoy edité un disco muy lindo, que es lo que voy a agregar básicamente a este show. Los temas de “Este minuto”, más algún agregado del próximo disco. Algún tango y temas conocidos de discos anteriores.

¿Quién te acompañará en el escenario? 

- Mi banda es como mi familia y me acompaña desde hace mucho tiempo. El Indio Márquez en viola, Manu Caizza en batería y el tucumano Marcos en bajo. Un trío muy poderoso y virtuoso. 

¿Cómo se ha establecido el lazo profesional que has marcado con Fabricio Rodríguez?

-  A Fabri lo conocí a través de Mario Breuer, el gran ingeniero de sonido (casi un pariente para mí) que nos presentó y de inmediato pegamos buena onda. Es un tipo extremadamente sensible y talentoso para la música y quedamos mutuamente cautivados con las destrezas del otro. Lo convencí de sumarse a mi banda estable lo cual fue un gran aporte al sonido. A pesar de que ahora no estamos tocando juntos, nos vemos para grabar; mis próximos dos discos tienen canales de Fabri. En marzo saco un disco donde tocó en un tango hermoso que se llama “De madrugada”, una armónica que es un lujo exquisito. 

Días atrás, Rodolfo Mederos declaró que "el tango ya no existe". Además, señaló que "Piazzolla era el antitango" y defenestró al tango electrónico. ¿Compartís estos conceptos o tenés tus diferencias?

- No los comparto, es demasiado extremo. Teniendo en cuenta que los grandes maestros que quedan están, precisamente, bastante grandes, creo que el tango vive en nuevos creadores e intérpretes. En eso concuerdo un poco. Y aunque la composición está un poco pobre respecto a la “era de oro” del tango igual van surgiendo nuevos valores y con esto, creaciones cada vez más valiosas. Hay mucho tango joven y bueno, con respeto y seriedad. Hay que tener en cuenta que la coyuntura es bien diferente. No es que el tango es peor, ¡la cultura es peor! Por otra parte, Astor era un innovador de un talento increíble. Que le dio a su tango tintes de jazz y de Chopin, algo inédito pero no condenable. Por otro lado, el llamado tango electrónico no me gusta nada, pero no soy quién para condenarlo.

¿Qué podés adelantar del próximo material?

- Mi próximo disco se llamará “La vida es afano”, canyengue título para remarcar la actualidad o el futuro del tango. Es también el nombre de la única canción compuesta por mí en un disco con el sonido prácticamente exclusivo del cuarteto de piano-bandoneón-contrabajo y violín, y que cuenta con la participación de cracks como Horacio Romo, el Mono Hurtado, Julio Domínguez y el talento enorme de mi socio y amigo Leandro Chiappe. Donde también hay algunas excepciones como una grabación póstuma de Rubén Juárez, la participación de Leopoldo Federico, el Indio Márquez en guitarra y Fabricio Rodríguez en armónica.

¿Por qué motivo participaste de una supuesta sátira a Justin Bieber?

- Me llamó Martín (el que hace de “Mike” en el dúo que canta el tema) y ¿cómo le iba a negar un canal y unas tomas de video a un amigo? A mí nadie me niega un canal -al menos hasta ahora nunca me pasó- ni yo se lo niego a nadie. Además por qué no habría de hacerlo, si Justin me parece un pelotudo.

En referencia al estado actual del rock nacional, ¿creés que transita por un amesetamiento circunstancial, que existen ciertos artistas de renovación o la crisis es aún más profunda de lo que parece? 

- Ojo que hay un par de artistas nuevos que la rompen, y no sabemos qué más se estará gestando en las sombras. Con esto quiero decir que no es un momento particularmente malo. Ya hace varios años que no se destaca demasiado casi nada nuevo y parecería que nos acostumbramos a que casi nada nos sorprenda. La dura realidad es que la crisis es peor que sólo musical, es cultural. Más amplia porque abarca la educación en todos los niveles, empezando por casa, y todas las artes. Y la peor parte es la falta de humanidad, identidad y superación que cunde. Después de una época bastarda neoliberal que causó estragos, la solución no estaba precisamente en la conexión “cómoda”, como llamo a esta era de comunicación sobredimensionada, de abuso de ciberdependencia, de “egotrip” extremo, de teléfonos que remplazan amigos, libros, aprendizaje, fantasía y crecimiento.

               J.R.S.