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Irma y José, los protagonistas de la narración ganadora |
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Una villamariense contó en una revista la historia de amor de sus abuelos y se ganó dos viajes a Costa Rica.
Carina Díaz envió tiempo atrás un texto a "La Revista de Susana" relatando la relación afectiva de Irma y José, sus nonos ya fallecidos, y resultó ganadora del primer premio.
La publicación asociada a la imagen de la conductora de televisión Susana Giménez asignó la distinción a la villamariense, quien podrá viajar con otra persona al Caribe.
El relato ganador es el siguiente:
"Esta es la historia de mis abuelos maternos, Irma y José. Decir abuelos es poco. Fueron mis padres y amigos. De chica, pasaba mis vacaciones con ellos y cuando empezaban las clases lloraba porque tenía que volver a la ciudad. Padres de tres hijos. Siempre vivieron en el campo rodeados de la naturaleza, junto a los cantos de los pájaros y perfumes de flores imposibles de describir. Su historia de amor es similar a cualquiera de esa época, donde el “los declaro marido y mujer” era para toda la vida y hasta que la muerte los separe. Con el tiempo, mi abuela, mi Lala, como yo aún le digo, enfermó. Fueron tres años muy duros para toda la familia. Mi nono José nunca se despegó de su lado. Estuvo pegado junto a su cama escribiéndole poesías, cantándole canciones que inventaba y que ella no podía escuchar, y mostrándole fotos que ella no podía ver.
Sin embargo, él seguía demostrándole su amor, susurrándole al oído que ese tiempo feo pasaría y que volverían a estar juntos por siempre. En tres años, mi nono le devolvió todos los cuidados, atenciones y el amor que ella le brindó durante tantos años de matrimonio. Finalmente, murió y ese día mi nono estuvo a su lado. A los pocos días, su aspecto desmejoró, su cuerpo de hombre robusto dejó lugar al de un anciano que apenas podía caminar. Ya nada quedaba de aquel José fuerte e imbatible. Sólo cantaba y recitaba los poemas que había escrito para su amada esposa. Y así como Dios se llevó a mi Lala Irma, al poquito tiempo se llevó a mi nono José. Los médicos nos dijeron que enfermó el mismo día que mi abuela, pero que su deber era cuidar de su mujer como quien cuida al tesoro más preciado. Seguramente, ahora están juntos tomados de la mano como siempre lo hacían. Dicen que por amor nadie se muere... mis abuelos me demostraron lo contrario".
Carina, de 36 años, es soltera y actualmente trabaja en la ciudad de Córdoba en un estudio jurídico. Sus abuelos Irma Fuentes y José Ramírez vivían en la zonal rural de Serrano y fallecieron hace un par de años.
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