El problema que generó la existencia de animales sueltos en la vía pública también tuvo sus consecuencias en el tránsito durante el año que terminó.
En 11 casos, distintos vehículos impactaron contra animales mayores y menores, en algunos casos con consecuencias graves.
En siete oportunidades fueron arrollados perros, en tres resultaron embestidos caballos y en el caso restante, un rodado impactó contra una vaca.
De todas maneras, fue mayor el número de colisiones contra objetos fijos: en nueve ocasiones los móviles chocaron contra un poste o una columna de alumbrado, siete veces se “estrellaron” contra un árbol, en tres oportunidades detuvieron la marcha contra la pared de una vivienda, mientras que dos vehículos embistieron sendos volquetes y otro par de rodados hizo lo propio contra taludes o montículos depositados sobre la calle, a la vez que un cuatriciclo se accidentó al golpear contra un cordón y otro rodado colisionó contra un minielevador.