Quizás resulte poco menos que imposible entender lo que nos ha sucedido durante 2013 en relación al tránsito vehicular y peatonal, pero los hechos fueron informados porque sucedieron, aun cuando, ya lo dijimos en la primera entrega de este suplemento seriado sobre los accidentes, sólo nos referimos a los siniestros que provocaron víctimas personales (heridos graves, leves o fallecidos).
Hasta no hace mucho, se reconocían en los planos de los cuadros urbanos de Villa María y Villa Nueva 476 calles (380 en la primera y 96 en la segunda). En los últimos años, como apreciamos, se amplió el área de asentamiento permanente con nuevos sectores y, por ende, también creció el número de calles, que ahora supera el medio millar.
Aún así, la cantidad de siniestros viales se elevó en proporción geométrica: antes, no llegó a contabilizarse un percance por cada arteria declarada; ahora, en cambio, se contaron dos siniestros por cada calle existente.
Tipos de siniestros
Los 1.010 accidentes de tránsito registrados durante el año pasado en las dos ciudades se clasificaron de la siguiente manera:
Choques: se produjeron 780 encontronazos que, a su vez, se agruparon en 747 colisiones simples (entre no más de dos vehículos o, en su defecto, entre un móvil y un objeto fijo -una pared, un árbol, por ejemplo- o un rodado y un animal suelto o semoviente) y 33 choques múltiples (en 32 ocasiones se embistieron tres vehículos y en la restante impactaron cuatro unidades motrices).
Caídas: fueron 148 los transeúntes que, por distintos motivos, el año pasado sufrieron lesiones al caer de los rodados en los que se movilizaban (dos hechos cada cinco días).
Al respecto, el estudio reveló que en 138 oportunidades (el 93,25%), quienes se precipitaron fueron motociclistas, mientras que en 10 ocasiones (el 6,75%) resultaron ser ciclistas.
Vuelcos: durante los 12 meses del año, en tanto, ocurrieron 46 vuelcos en los que se vieron involucrados 28 automóviles, 7 camiones y 11 pick-ups o utilitarios.