Frente a la sequía reinante, hay experiencias de productores interesantes para compartir.
Pablo D’Angelo, un productor tambero de la zona de Colonia Milmar, es uno de los preocupados por la situación. Sabe que las vacas no tienen pasturas con las fibras que necesita. Es que la sequía que atraviesa la cuenca lechera ubicada en el extremo norte del departamento San Justo ha colocado a los tamberos contra las cuerdas, pese a los subsidios que recibieron, que ayudan a paliar la situación en el corto plazo pero no resuelve el problema.
“No sabemos cómo vamos a afrontar el invierno. Nos estamos consumiendo no sólo las reservas sino también el poco pasto que hay. Lo que queda del verano lo tendremos que aprovechar para implantar algo de pasturas. Pero todo en la medida de que llueva”, admitió Gabriel Baudino, productor lechero de la zona de Colonia 10 de Julio, al norte de Morteros, según indica La Voz del Interior.
“Durante el otoño y la primavera pasada, donde generalmente se hace la siembra de las alfalfas, ya no se pudo sembrar en la cantidad que hacía falta”, recordó Analía Ferrero, una productora de la zona de Colonia Dos Hermanos, casi en el límite con Santa Fe. En el campo de Baudino, las precipitaciones durante 2008 se redujeron a la mitad.
Para afrontar el déficit de alimento, Ferrero, Baudino y D’Angelo tienen pensado adelantar la implantación de las pasturas de invierno.
“Trataremos de adelantar la siembra de las avenas y de las alfalfas, en la medida de que tengamos precipitaciones, para aprovechar más las horas de sol para su desarrollo”, precisó D’Angelo.
La apuesta tiene sus riesgos. Las malezas y los insectos podrían invadir los nuevos lotes. Pero aseguran que no les queda otra que afrontar las consecuencias. “El año pasado sólo pude implantar el 15 % de la alfalfa que necesitaba. Sobre siete lotes que tenía previsto dentro de la rotación, sólo pude sembrar uno”, dijo D’Angelo.