Hace dos semanas EL DIARIO dio a conocer una curiosa manera de manifestar la molestia con EPEC y los cortes de luz.
Según relata el dueño de “World Print”, diariamente “teníamos entre tres y cuatro cortes de luz hasta las fiestas, pero cuando volvimos de vacaciones debo admitir que sólo hay uno por día”.
Julio Iparraguirre es un comerciante oriundo de Río Cuarto, que en agosto del año pasado decidió instalar un local dedicado a impresiones y diseño en la esquina de Leandro N. Alem y San Juan.
Respecto a la medida que tomó comenta que “fue un modo de desahogarme ante la impotencia que sentí ese 30 de diciembre. Imprimí el cartel, lo colgué en la puerta y, tal como relataba ahí, no sabía qué pasaría el 15 de enero después de las vacaciones”.
Pero no sólo se quedaron con esta medida, sino que al regreso de su receso se acercaron a la sucursal de la Empresa Provincial de Energía para efectuar el reclamo oficial. “Una de las cosas que más me enojó fue la respuesta que Daniel Villoria (subjefe de zona de EPEC) le dio a EL DIARIO sobre nuestro pedido. Nosotros estamos para trabajar, no para hacer cola en la puerta de EPEC para que nos anoten el reclamo. Además, siempre intentamos comunicarnos de manera telefónica y nunca atienden”.
Explica que a partir de esa demanda escrita, se acercaron dos empleados de la empresa provincial para dejarles un tester, aparato que mide cada minuto la tensión eléctrica, “pero eso no es una solución, sino una forma de corroborar lo que decimos. Yo tengo un tester propio y normalmente me marca 180 o a lo sumo 188 voltios, cuando cualquier máquina necesita 220”.
Este inconveniente se presenta justamente en el centro, “barrio donde el señor de EPEC dijo que nunca hubo cortes o problemas de tensión. Es absurdo, la tensión depende del horario comercial porque sólo sube a 200 voltios a las 12.30 o después de las 20 cuando todos cierran y ahí podemos trabajar”.